El dato de empleos de junio en Estados Unidos arrojó, como era esperable, cifras mucho mejores de lo esperado, lo que provocó un alza del dólar en todos los frentes.
Sin embargo, así como la cifra débil de mayo no había cambiado el criterio de la Fed en su política monetaria, tampoco lo hará la de junio. La Fed sigue con más atención lo que sucede con el Brexit y sus consecuencias sobre la economía mundial que las variables locales del empleo, por ahora bien controladas.
Precisamente, la libra Esterlina, muy volátil y oscilando entre máximos y mínimos de gran amplitud, intenta recuperarse a la zona de 1,30 en estos momentos, luego de tocar 1,2849, a escasos puntos del mínimo de los últimos 31 años que tocó la semana pasada en 1,2795. La divisa británica tiene ahora por delante resistencias en 1,3040, 1,3115 y 1,32, valor que puede alcanzar si mantiene la impronta alcista de esta sesión europea.
El euro, en tanto, no sale de una cierta lateralización en los gráficos de 4 horas. La divisa única cotiza ahora a 1,1055, y presenta una tendencia ligeramente bajista para el resto del día, aunque el soporte de 1,1025 aparece firme, y sin perspectivas de que sea vulnerado fácilmente. Debajo de dicho nivel, 1,10 y 1,0970 serán los objetivos a seguir. Al alza, 1,1085 y 1,1110 son las zonas a considerar.
La nota del día, sin embargo, la da el yen. El Gobierno de Japón, encabezado por Shinzo Abe, renovó sus cargos en el Parlamento local, lo que llevó al funcionario a expresar su voluntad de sacar a la economía nipona de la deflación, y estimular el consumo. Con cierto éxito, Abe había ganado las elecciones a fines de 2013, llevando al yen a 125,80, que tocó a mediados de 2015. Sin embargo, la divisa nipona, buscada como refugio ante las múltiples crisis financieros que sufre el mundo, apenas se mantiene por debajo de 102 unidades, más pendiente de la libra Esterlina que de los propios informes de Japón.
La sesión americana no traerá datos relevantes, aunque la apertura de la misma sí podría generar movimientos en el dólar. La moneda estadounidense luce mucho más fuerte después del dato de empleos del viernes, y por el momento, no parece que vaya a cambiar su tono alcista.