Eduardo M. es analista bursátil. Ha estado en la nómina de varias sociedades y algún banco. Trabaja la macroeconomía y recorre, con frecuencia, Europa de norte a sur y de este a oeste. "Acabo de llegar de Italia y de Francia. Las cosas están peor que hace un año, mucho peor. En Italia, me ha llamado la atención el fuerte incremento del precio de los carburantes y, en el mismo procesos, el gran número de gasolineras abandonas, cerradas por sus dueños. También ha subido el precio de la comida en restaurantes. Hay poca circulación por las autopistas, menos camiones y menos coches. Los de gran cilindrada son parte del pasado. Las autovías y carreteras, como antaño, con cráteres en medio. Italia se aferra el turismo de masas por todas sus esquinas, por muy diminuto que sea un pueblo, un rincón donde ver algún vestigio del pasado. Hay descontento en las calles. Aumentan las críticas a los políticos y persiste esa sensación desesperante de que las cosas no van a mejorar...".
"La caída de Francia la he vivido en directo. Fui de los primeros en advertirla. Ahora me atrevo a decir que Francia aún no ha tocado fondo, porque se mantiene intacta, viva la idea y el sentimiento de que el Estado de Bienestar debe mantenerse contra viento y marea. En Francia se advierten nuevas oleadas de inmigrantes, más que en Italia. Tampoco circulan los camiones, con esas colas interminables del pasado, por el entramado poderoso de autopistas. Se mantienen los precios en carburantes y restaurantes, más baratos, en promedio (siempre en promedio, que nadie saque los pies del tiesto) que en Italia y más caros que en España...".
"Sensaciones y percepciones, en fin, de que Francia e Italia se asoman al abismo, como antes se asomó España. El BCE tiene trabajo para rato ¿Bolsa? un mensaje claro: depende de la duración de este nuevo ciclo a peor".
"¿España? También las cosas se enfrían. Las últimas cifras de comercio exterior son muy preocupantes. Ya notamos los efectos de nuestros vecinos...".
¿Y usted sigue creyendo en lo que sigue?
El mundo crecerá menos. España, bien (FMI)
El FMI ha revisado oficialmente su previsión de crecimiento mundial en una décima, hasta 3.3 %. Y revisa hasta un 3.8 % desde el 4 % publicado en julio su previsión de crecimiento para 2015. Rebaja hasta un 1.8/2.3 % el crecimiento económico de los países desarrollados en 2014/2015 y hasta 4.4/5 % su previsión de crecimiento para las economías emergentes.
Y tabla de estimaciones vía Perpe.es
El FMI crece su pronóstico para la economía norteamericana hasta un 2.2 % este año y 3.1% el próximo ejercicio; espera un dato de 0.8/1.3 % respectivamente para ambos ejercicios en la zona EUR (Alemania, Italia y Francia sufren los mayores recortes en las previsiones de crecimiento). También Japón y entre los países emergentes, Brasil.
El FMI eleva en una décima su proyección de crecimiento para España en ambos ejercicios, hasta un 1.3 % y 1.7 % respectivamente.
El economista jefe del FMI alerta de que la zona euro es una de las principales amenazas a nivel mundial.
Valora en un 30 % y 40 % respectivamente para 2014 y 2015 los riesgos del área de caer en recesión.
También considera riesgos de una desaceleración más brusca de lo esperado de la economía china.
Considera también como amenaza a los propios mercados financieros, valorándolos ahora como excesivamente complacientes e infravalorando el riesgo.
Por último, menciona a los riesgos geopolíticos como una amenaza al alza que debe ser contemplada.
¿O en este otro?
Chris Williamson, economista jefe de Markit, ha dicho que el último índice PMI conocido sugiere que la economía de la zona euro se mantuvo paralizada en el tercer trimestre. Después de que el PIB se estancase en el segundo trimestre, a juzgar por las lecturas del estudio sólo podemos esperar un modesto incremento del 0.2-0.3% en el tercer trimestre del año, a la vez que se pierde impulso al adentrarnos en el último trimestre del año.
Es cierto que hay focos de crecimiento: la economía en Irlanda se está recuperando fuertemente, España está experimentando una reactivación estable y el sector servicios alemán está proporcionando un apoyo importante para el crecimiento de la región en su conjunto. Pero la impresión en general es que la economía de la zona euro está luchando contra múltiples problemas. Estos incluyen la falta de demanda interna en muchos países, la falta de crédito bancario, las sanciones con Rusia y la reticencia de las empresas a expandirse de cara a un panorama económico incierto.
El estudio mostró que el crecimiento de los nuevos pedidos se está ralentizando hasta alcanzar el ritmo más lento desde casi un año en la región en su conjunto, lo que sugiere que la demanda de bienes y servicios apenas está creciendo. En consecuencia, el empleo se mantuvo prácticamente sin cambios y la reducción de las carteras de pedidos pendientes de realización de las empresas sugiere que podríamos ver una nueva destrucción del empleo en los próximos meses si esta falta de demanda persiste.
La disminución del crecimiento señalada por el índice PMI intensificará la presión sobre el BCE para que amplíe las medidas sobre las compras de activos planeadas, pero no sólo para comprar valores respaldados por activos, de mayor riesgo, sino también para iniciar la compra de la deuda pública.