Tras un arranque bajista para los precios del petróleo, una noticia consiguió frenar las ventas del oro negro este 2016: la voluntad de los países exportadores de crudo por estabilizar su incesante goteo bajista. El anuncio inicial fue bien acogido por los inversores, aunque se ha perdido fuelle ante la falta de acuerdo, lo que mantiene a esta materia prima al borde de los 30 dólares y la oferta, en máximos, registrándose un nuevo aumento, por encima de lo esperado, en los inventarios conocidos esta semana en Estados Unidos.
De momento, la realidad demuestra que estamos lejos de un cambio en la producción. No en vano, países integrantes de la OPEP como Arabia Saudí e Irán siguieron produciendo a ritmo récord, mientras que Angola ha impulsado el ritmo recientemente gracias a un incremento de los yacimientos petrolíferos. Según los expertos de Morgan Stanley (N:MS),
“Estimamos que la oferta de Irán crecerá en torno a unos 40.000 barriles/día entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Esperamos que nos confirmen su entrada en el mercado, pues hasta este momento el mercado todavía no descuenta un extra de oferta procedente de Irán”.
Tampoco ayudan el resto de productores no miembros del cártel. La producción de Canadá, Brasil y Rusia creció en 2015 gracias, entre otros motivos, a una revalorización del dólar. Y ningún indicio nos hace pensar que tengan intención de invertir la tendencia.
Por todo ello, Morgan Stanley cree que la producción seguirá mostrándose resistente.
“A nivel global, los productores se están viendo incentivados para mantener o incrementar la producción. Los precios del crudo seguirán cayendo, aunque el diferencial temporal del WTI sugiere que las caídas en EE.UU. podrían verse limitadas a comienzos de 2016 debido al impacto atrasado del rally de mediados de 2015. No veremos más caídas y capitulación hasta la segunda mitad del año, en línea con las previsiones de la compañía”.