Las bolsas europeas finalizaron ayer la sesión con ligeras subidas a pesar de la inoperancia del Banco Central Europeo (BCE), que afirmó que su intención es no modificar la política monetaria en un periodo de tiempo prolongado. Sera en la reunión de septiembre donde se podrá analizar las nuevas perspectivas para el Viejo Continente, incluidos los riesgos de que se produzca finalmente la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El sector más favorecido fue el financiero, ya que el presidente del BCE, Mario Draghi, afirmó en un primer lugar que si existe un exceso de activos de difícil cobro en el balance de los bancos es preferible que los asuman los estados, y en segundo lugar, que para la institución es importante el precio al que cotizan las entidades europeas. Esto se puede interpretar como una muestra de apoyo a una industria que está en el punto de mira.
El selectivo español continúa acercándose a su primera resistencia en los 8.800 puntos, y podría superarla de cumplirse las altas expectativas del aumento de estímulos por parte del Banco de Japón la próxima semana. Como amenazas mantenemos el riesgo contagio de la banca italiana, la evolución del crudo y el yuan, o una simple recogida de beneficios.
De cara a la semana que viene, especial atención a las reuniones de la Reserva Federal del miércoles y el Banco de Japón el viernes. En la primera no esperamos novedades, mientras la segunda marcará el inicio del mes de agosto.