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"El Bitcoin es el principio de algo grande: una divisa sin gobierno, algo necesario e imprescindible".
- Nassim Taleb
Hasta ahora, todas las divisas han sido acuñadas por los diferentes gobiernos, controladas por tesorerías y bancos centrales, que también regulan la oferta y el flujo monetario según una serie de criterios. Sin embargo, uno de los desarrollos más interesantes del siglo XXI es la introducción de divisas digitales que no tienen autoridad central. Estos nuevos activos digitales, que se denominan criptodivisas o criptomonedas, representan una forma totalmente nueva de transferir valor entre partes gracias a su configuración enteramente digital.
Ha nacido una estrella
Probablemente todo el mundo ha oído hablar ya del Bitcoin, la criptomoneda original, que se lanzó en 2009. Aunque la figura del enigmático Satoshi Nakamoto, la persona o personas detrás del lanzamiento de esta nueva idea, sigue siendo un misterio hasta la fecha, el Bitcoin se diseñó específicamente para no estar sujeta a supervisión de organismos centralizados como gobiernos o bancos centrales.
Por su naturaleza descentralizada, el Bitcoin sería difícil de manipular, sería finito (es decir, que no se podrían acuñar más monedas más allá de los límites originales) y podría transferirse rápidamente entre fronteras sin la intermediación de bancos y otras instituciones financieras.
Esta nueva divisa pionera fue diseñada para facilitar el intercambio entre dos partes sin intermediarios o supervisores que suelen cargar comisiones por el papel que juegan dentro de los mercados. La tecnología que permite la existencia de las criptomonedas combina criptografía avanzada (códigos muy difíciles de solucionar o de romper) con un sistema diseñado para ser "trustless" ("sin confianza"), lo cual ayudaría a lanzar un activo digital más seguro. Además, el número de Bitcoins es finito, lo cual implica que no se pueden emitir o "acuñar" más criptomonedas, y esto previene la inflación que normalmente acompaña al dinero tradicional (fiat) cuando se ponen más billetes en circulación.
La seguridad, ante todo
Es una cuestión complicada de explicar en dos líneas, pero podemos afirmar que la seguridad es el producto de varias de las características de las criptodivisas. La criptografía (códigos difíciles de romper) aplicada a las criptodivisas es la primera capa de seguridad que ayuda a diseñar una red más segura. Gracias a la criptografía, las criptodivisas están protegidas de hackers y ataques informáticos.
Otro aspecto que influye sobre la seguridad es que muchas de las mejores criptodivisas están totalmente descentralizadas, lo cual significa que no hay un único punto de error. Imaginemos que una empresa almacena toda su información en un solo ordenador. Si los servidores son objeto de ataques informáticos o alguien los destruye, todos los datos se perderán. Gracias a la naturaleza descentralizada de las criptomonedas, la red se custodia desde miles o incluso millones de puntos (denominados nodos) al mismo tiempo. Esto significa que incluso si alguien ataca un punto de acceso, la red podrá seguir funcionando sin problemas.
Además, para aprobar todas las transacciones que se hacen en la red, los mineros añaden otra capa de seguridad. Para certificar todas las transacciones que se efectúan en la red, los mineros completan problemas matemáticos complejos y llegan a un consenso para asegurarse de que todos los libros de registros coincidan.
Reemplazar algo antiguo por algo nuevo
Uno de los principales objetivos de las criptomonedas fue reemplazar unos sistemas antiguos que hoy en día son responsables de mover el dinero por todo el planeta. El más famoso de estos sistemas es el SWIFT, siglas de "Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication" (sociedad para las comunicaciones financieras interbancarias mundiales). El SWIFT existe desde 1973, y hasta el nacimiento de las criptodivisas no había ningún plan para reemplazar este sistema ya anticuado.
En lugar de mover dinero en minutos, lo que sería un buen avance tecnológico, muchas veces se tarda más de una semana para transferir fondos por medio del sistema SWIFT. En cambio, el Bitcoin necesita alrededor de 10 minutos para procesar una transacción y transferir dinero entre dos partes.
Además, para un trader, este mercado de valores digitales cada vez más grande puede presentar numerosas oportunidades gracias al hecho de que nunca cierra. Las criptomonedas se operan las 24 horas del día, siete días a la semana. Sin embargo, el hecho de que sea una clase de activos totalmente nueva implica que son susceptibles de sufrir mucha más volatilidad, lo cual incrementa los riesgos pero también las recompensas.
Para los inversores que deseen operar en esta emocionante clase de activos, las cuentas Estándar de FXTM para los clientes de Exinity Limited ofrecen cuatro de las criptodivisas más conocidas, Bitcoin, Ethereum, Litecoin y Ripple, todas ellas contra USD. Además, dado que se operan en forma de CFD, los traders pueden establecer posiciones de compra o de venta sin problemas.
¿Por qué elegir criptodivisas frente a dinero fiat?
Aunque todavía es una tecnología nueva, las criptodivisas ya han demostrado un gran potencial para transformar el modo de aproximarse al dinero. No es un sistema perfecto, pero las criptodivisas protagonizan ahora mismo una revolución financiera que probablemente terminará por influir sobre muchos aspectos de la vida cotidiana.
La mecánica puede parecer complicada, pero igual que muchas personas no saben exactamente cómo funciona un ordenador, los seguimos usando para navegar por internet, leer y contestar correo y realizar otras tareas cotidianas. No saber cómo funciona un ordenador no nos impide utilizarlo y confiar en que funcione. Pasa lo mismo con las criptodivisas.