Bruselas, 18 may (EFE).- Los severos ajustes fiscales anunciados
por España y Portugal para restablecer la confianza de los mercados
y contribuir a la estabilización de la zona euro pasaron hoy sin
reservas por el Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE
(Ecofin).
Tras su presentación anoche a los miembros de la zona euro
(Eurogrupo), todos los socios europeos escucharon hoy la explicación
de las autoridades españolas y portuguesas, que desgranaron las
medidas de austeridad anunciadas en ambos países para acelerar la
reducción de sus respectivos déficit públicos.
Según fuentes diplomáticas españolas, ninguna delegación pidió la
palabra después de que el Secretario de Estado de Economía, José
Manuel Campa, comunicara en nombre de España el alcance de los
recortes del gasto previstos para 2010 y 2011.
Por su parte, el ministro portugués de Finanzas, Fernando
Teixeira dos Santos, explicó a los medios que sus homólogos europeos
habían considerado "positivas, valientes y debidamente
identificadas" las medidas de consolidación en Portugal, que a
diferencia del caso español, incluyen una subida de impuestos.
Respecto a una subida fiscal, la vicepresidenta segunda del
Gobierno español, Elena Salgado, que presidió la reunión del Ecofin,
dejó claro en rueda de prensa que, en este momento, "no hay ninguna
propuesta, ningún estudio concreto".
Por la mañana, en Madrid, la vicepresidenta primera, María Teresa
Fernández de la Vega, en declaraciones a RNE, había asegurado que el
Gobierno sí está evaluando una subida impositiva para las rentas más
altas.
Preguntada en rueda de prensa por esas declaraciones, Salgado
recordó que tanto el presidente del Gobierno como ella misma habían
repetido en varias ocasiones que el ajuste se plantea únicamente
como reducción del gasto público.
"Eso es lo que hemos anunciado y lo que hemos presentado",
indicó, para agregar: "por supuesto que nada está excluido, pero en
este momento no hay ninguna propuesta ni ningún estudio concreto" a
propósito de una subida de impuestos en España.
En la misma rueda de prensa, el comisario europeo de Asuntos
económicos y monetarios, Olli Rehn, opinó que las medidas
adicionales de ambos países "van claramente en la buena dirección".
Rehn insistió, no obstante, en que el Ejecutivo comunitario tiene
que proceder ahora a una evaluación "cuantitativa y cualitativa" de
los dos paquetes de medidas, y confirmó que presentará su dictamen a
los ministros europeos los días 7 y 8 de junio.
"Son medidas difíciles, pero necesarias", se limitó a decir Rehn.
El comisario explicó que ambos planes reflejan el "Pacto de
consolidación" al que llegaron hace diez días los Veintisiete, como
condición para la puesta en marcha de un mecanismo de rescate por
valor de 750.000 millones de euros destinado a ayudar a los estados
del euro que puedan caer en la insolvencia.
Rehn puntualizó que "la consolidación es una prioridad, pero es
importante una diferenciación de los esfuerzos según la situación"
de cada país.
Grecia, Portugal y España son los casos más evidentes, según el
comisario, de países que tenían que acelerar su consolidación
fiscal.
Por el contrario, los que disponen de margen todavía tendrán que
tener cuidado de que la reducción de sus déficit no ponga en peligro
la incipiente recuperación de la economía europea.
Sobre el impacto del ajuste, la ministra española Elena Salgado
confirmó que revisará a la baja, en unas décimas, la previsión de
crecimiento económico en España para 2011, pero aclaró que "menor
crecimiento del previsto no quiere decir crecimiento negativo".
El Consejo de ministros también escuchó hoy las recientes
propuestas de Bruselas encaminadas a mejorar la coordinación de las
políticas económicas en Europa y a prevenir crisis de la deuda como
la que ha obligado al rescate de Grecia.
Hoy, la CE anunció la entrega a este país de 14.500 millones de
euros.
El dinero transferido es parte del mecanismo de ayuda
internacional valorado en 110.000 millones de euros para los
próximos tres años, de los cuales 80.000 millones provienen de los
países miembros de la zona euro y el resto del Fondo Monetario
Internacional (FMI). EFE
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