Tokio, 9 feb (EFE).- La aerolínea nipona Japan Airlines (JAL)
anunció hoy que continuará con American Airlines y los miembros de
la alianza Oneworld, con lo que rechaza la oferta de alianza de
Delta Airlines tras declararse en bancarrota el pasado mes.
JAL y American Airlines solicitarán inmunidad antimonopolio para
operar conjuntamente rutas en virtud al acuerdo de cielos abiertos
acordado entre Estados Unidos y Japón, lo que mejorará el acceso de
la aerolínea estadounidense al lucrativo mercado asiático.
El nuevo presidente de JAL, Kazuo Inamori, que tomó las riendas
tras la declaración de bancarrota para dirigir la reestructuración
de la mayor aerolínea asiática, se inclinó por la opción de American
por los lazos que existían entre las dos compañías y el consecuente
ahorro de coste para combinar operaciones, según el diario Nikkei.
Además, el hecho de que Delta y JAL se reparten el 60 por ciento
de las rutas transpacíficas hacía dudar de que pudiese disfrutar de
la inmunidad antimonopolio de las autoridades estadounidenses y
niponas.
American y JAL esperan compartir rutas y sistema de ventas en
octubre, cuando se espera que entre en vigor el acuerdo de cielos
abiertos entre EEUU y Japón.
Asimismo, Japan Airlines fortalecerá su cooperación con British
Airways, para integrar operaciones en Europa, y la australiana
Quantas, con el objetivo de abrir rutas de bajo coste.
American Airlines, los miembros de Oneworld y el fondo TPG han
expresado su intención de invertir 1.400 millones de dólares en JAL
aunque, según aconsejó anteriormente el Gobierno nipón, la compañía
japonesa podría no aceptar este dinero ya que está inmersa en un
programa de reflote financiado con fondos públicos.
Kazuo Inamori asumió como presidente de JAL el pasado 1 de
febrero, días después de que, el 19 de enero, la compañía japonesa
declarase su quiebra para llevar a cabo un plan de rehabilitación a
tres años acordado con el Gobierno.
El proyecto de reflote de JAL incluye la eliminación de más de un
10 por ciento de sus vuelos internacionales, el recorte de un tercio
de su plantilla -15.000 empleados- y la reducción de un 30 por
ciento en los planes de pensiones de sus empleados. EFE