México, 8 sep (EFE).- El Gobierno mexicano propuso hoy un
proyecto de finanzas públicas para 2010 que incluye un fuerte
recorte al gasto público, aumentos de impuestos al ingreso y al
consumo para cubrir una caída de los ingresos por 35.900 millones de
dólares respecto a 2009.
En este programa económico para 2010, el Gobierno de México prevé
un crecimiento económico del 3 por ciento para el próximo año y una
inflación del 3,3 por ciento, según el Proyecto de Ley de Ingresos y
Egresos presentado hoy al Congreso.
El proyecto, que fue entregado por el ministro de Hacienda,
Agustín Carstens, establece un déficit fiscal del 0,5 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a unos 60.000 millones de
pesos (unos 4.600 millones de dólares) y un déficit por cuenta
corriente de 16.800 millones de dólares.
De acuerdo con la proyección del Gobierno, la economía mexicana
concluirá 2009 con una caída del PIB del 6,8% por ciento, debido a
la grave recesión internacional.
El precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo pasará de 51
dólares por barril este año a 53,9 dólares por barril el año
próximo, en tanto que la plataforma de producción se reducirá de
2,62 millones de barriles diarios en este año, a 2,5 millones de
barriles diarios en 2010, según el Proyecto.
Hacienda aclaró que aunque los ingresos petroleros y no
petroleros serán ligeramente mayores a los de 2009, aún se
mantendrán por debajo de los ingresos previstos para este año debido
a que "continúa la trayectoria descendente de la producción de
petróleo".
El Gobierno anunció que los ingresos públicos en 2010 serán
menores en unos 477.500 millones de pesos (unos 35.900 millones de
dólares) respecto a la Ley de Ingresos para 2009.
Para cubrir este enorme hueco fiscal, el Gobierno anunció un
severo programa de recorte de sus gastos por unos 218.000 millones
de pesos (16.700 millones de dólares), que incluye la desaparición
de tres secretarías (ministerios), la reducción de los salarios de
altos mandos públicos, la congelación de las plazas y "gastos
prescindibles".
Además de recortar ministerios, se prevé reducir gastos de
embajadas, consulados y otras representaciones en el exterior, así
como rebajar los viáticos, los gastos de representación y las
asesorías y consultorías del sector público.
Carstens indicó que después de este drástico ajuste al gasto, aún
existe una brecha fiscal entre ingresos y gastos por unos 300.000
millones de pesos (23.000 millones de dólares), que deberá ser
cubierto con impuestos, fondos de emergencia, y con una deuda de
60.000 millones de pesos (unos 4.500 millones de dólares).
Asimismo el Gobierno anunció mayores impuestos al ingreso y al
consumo, en particular a los impuestos especiales al tabaco, bebidas
alcohólicas, cerveza, cigarrillos, telecomunicaciones y juegos y
sorteos.
Una novedad fiscal es un nuevo impuesto general del 2% aplicado
al consumo, cuyos ingresos serán destinados a programas de combate a
la pobreza en el país, donde casi la mitad de los 107 millones de
habitantes se encuentran en esa condición.
Carstens aseguró que la aplicación de forma general de este nuevo
impuesto, pretende que la carga fiscal "no se concentre en sectores
específicos sino que se distribuya de la manera más amplia posible
pero estrictamente proporcional, ya que quien más consuma más
pagará".
Analistas consideran que este nuevo impuesto es en realidad una
subida al IVA que está en 15% y pasará a 17%.
Por otra parte, serán gravadas con el 4% los servicios de
telecomunicaciones, con excepción de la telefonía pública y rural y
del servicio de interconexión.
Sobre el Impuesto Sobre la Renta (ISR), dijo que se elevaría "de
forma temporal" en su tasa marginal máxima en 2 puntos porcentuales,
por lo que pasaría de 28 al 30%, y en 2013 y 2014 bajaría un punto.
El funcionario expresó su confianza en que en 2010 las
condiciones económicas sean más favorables que las registradas este
año y aseguró que la recuperación económica comenzó ya a partir de
la segunda mitad de 2009. EFE
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