Lisboa, 25 feb (EFE).- Los técnicos de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se encuentran en Lisboa para comenzar su séptimo examen trimestral, marcado en esta ocasión por el empeoramiento de las previsiones económicas de Portugal.
Portavoces del FMI confirmaron a EFE que la 'troika', formada por miembros de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el propio FMI, inició otra nueva inspección en la que evaluará durante los próximos días el grado de cumplimiento del programa de ajustes acordado con las autoridades lusas a cambio de su rescate financiero, tal y como vienen haciendo desde mayo de 2011.
En las últimas dos semanas, el país se ha visto sacudido por un empeoramiento significativo de sus estimativas oficiales de recesión (-1,9 %) y tasa desempleo (17,3 %) para este mismo año, por lo que han aumentado las voces que reclaman a la troika un alivio de los compromisos exigidos a Portugal.
El propio Gobierno luso, de signo conservador, se mostró convencido de que la UE acabará por concederle más tiempo para reducir su déficit público hasta situarlo por debajo del 3 % del PIB, un objetivo que esperaba cumplir al cierre de 2014.
La oposición portuguesa de izquierdas reclama en bloque a los organismos internacionales que supervisan al país un "cambio de rumbo" que ponga fin a la adopción de medidas de austeridad y fomente políticas encaminadas a facilitar el crecimiento.
Asimismo, ha solicitado una renegociación de la deuda en sus intereses, plazos de devolución y montante.
Entre ellos se encuentra el Partido Socialista, principal grupo de la oposición que ha pasado firmar el rescate -cuando todavía presidía el Ejecutivo- a pedirle a la UE y al FMI que admitan que "su estrategia falló".
Dentro del propio Ejecutivo, el más claro fue el ministro de Defensa, Pedro Aguiar Branco, quien señaló este fin de semana que este séptimo examen supone también "un examen de Portugal a la troika" y a los resultados de su severo programa de ajustes y recortes, aplicado casi a rajatabla por los conservadores lusos.
En las conversaciones entre el Gobierno y los técnicos de la UE y el FMI estará encima de la mesa un nuevo plan para conseguir "ahorros" por valor de 800 millones de euros (0,5 % del PIB luso) y que deberá ser aplicado a lo largo de 2013 debido al agravamiento de la recesión y el paro que podrán complicar la reducción del déficit prevista al impactar negativamente los ingresos fiscales.
También se discutirá la reforma del Estado que tiene que permitir a Portugal gastar 4.000 millones menos al año de forma permanente a partir de 2014.
Todavía se desconocen los detalles de la misma, aunque no se descartan ajustes en sectores como la Educación o la Sanidad.
En este contexto, durante las últimas semanas han vuelto a resurgir las protestas de los "indignados" lusos, que al grito del himno de la Revolución de los Claveles de 1974, el "Grândola, Vila Morena", han interrumpido varios actos públicos de miembros del Gobierno en señal de rechazo a los continuos recortes. EFE