Washington, 16 sep (.).- El secretario estadounidense de Energía, Rick Perry, aseguró hoy que es "todavía prematuro" saber si es necesario recurrir al petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) de Estados Unidos (EEUU) para compensar la subida de precios de crudo, tras el ataque a las refinerías saudíes de Aramco.
"Creo que todavía es un poco prematuro hacer comentarios sobre si vamos a necesitar o no la SPR hasta que tengamos un verdadera evaluación del periodo de tiempo que las instalaciones van a estar cerradas", afirmó Perry, en una entrevista con la cadena CNBC.
El precio del petróleo de Texas (WTI) para entrega en octubre abrió este lunes con un fuerte alza del 10,50 %, superando la barrera de los 60 dólares el barril, en un ambiente volátil tras los ataques del fin de semana en la petrolera saudí de Aramco, la mayor del mundo.
Este domingo, el presidente de EEUU, Donald Trump, autorizó la liberación de petróleo de la reserva estratégica del país para que, si es necesario, se garantice el suministro mundial.
Perry indicó que "los saudíes ya están diciendo que van a ser capaces de recuperar un tercio de la producción antes de que concluya" la jornada.
Actualmente, la potencia estadounidense tiene guardados 630 millones de barriles para casos de emergencia.
Esta reserva fue creada en 1975, después del embargo árabe de petróleo que elevó los precios y provocó una aguda crisis económica. Su objetivo es evitar futuras interrupciones en el suministro de crudo y servir como una "herramienta de política exterior", de acuerdo a la web del Departamento de Energía.
El sábado, dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco, clave para el abastecimiento mundial de crudo, fueron atacadas con diez drones, causando una reducción de cerca del 50 % de su producción.
Los ataques fueron reivindicados por los rebeldes hutíes yemeníes, apoyados por Irán, pero el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, responsabilizó directamente a Teherán.
El gigante petrolero saudí Aramco, ha indicado que llevará varias semanas hasta que sus instalaciones vuelvan a operar con normalidad, lo que hace temer sobre las consecuencias que ello pueda tener en el suministro de crudo a nivel mundial.