Ginebra, 4 nov (EFE).- Un 37,4 % de los jóvenes en Portugal está desempleado, más del doble que cuando empezó la crisis financiera y económica en 2008, según una evaluación difundida hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Desde el inicio de la crisis, uno de cada siete trabajadores portugueses ha perdido su empleo, alcanzando el récord histórico del 17,6 % a principios de este año.
Dos tercios de esta destrucción de empleo se ha producido durante los dos últimos años, coincidiendo con la aplicación de las medidas de ajuste recomendadas por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco del programa de rescate financiero del país.
Las dificultades del mercado laboral, sin embargo, han afectado "de manera desproporcionada" a trabajadores jóvenes y familias con niños pequeños, lamenta la OIT.
Para remediar esta situación, la organización recomienda poner en marcha programas especiales para grupos desfavorecidos, como el de los jóvenes desempleados y familias sin trabajo.
Plantea asimismo promover "las pasantías, el aprendizaje y la experiencia en el lugar de trabajo" y otras medidas para ayudar a los jóvenes a ingresar en el mercado laboral.
"Algunas de estas medidas implicarán costes para los presupuestos públicos, pero serían de corto plazo e impulsarían el proceso de recuperación del empleo", opina el director del departamento de investigación de la OIT, Raymond Torres, en la presentación del informe.
El documento describe la situación socio-económica del país como "critica", con niveles de desempleo sin precedentes, una disminución drástica de las inversiones y una recuperación económica demasiado débil para mejorar las cifras del desempleo.
Según los datos aportados por la OIT, el 56 % de los portugueses que buscan empleo lleva sin trabajar más de un año y como consecuencia está perdiendo competencias y motivación.
Por otro lado, la reforma de la negociación colectiva de 2011, creada para promover acuerdos entre trabajadores y empresarios, generó una "situación de desequilibrio" que contribuyó a bajar los salarios.
Esto provocó que el número de trabajadores que ganan el salario mínimo se duplicara desde el inicio de la crisis.
"Una bajada de los sueldos para mejorar la competitividad no está justificada", dice Torres a ese respecto.
Considera que esto disminuye el consumo interno, tan necesario para ayudar a las pequeñas empresas a crear empleo, "por lo que una subida moderada de los salarios parece apropiada en el contexto actual", añade.
En tanto, las empresas portuguesas deben pagar hasta un 5,5 % de interés por los préstamos que reciben, frente a un 2 % en Alemania, un factor adicional que afecta a su competitividad.
Para mejorar las condiciones de crédito de las empresas, el estudio propone la creación de una "unión bancaria" en la zona del euro que favorezca las inversiones sostenibles y la recuperación de empleo. EFE
Desde el inicio de la crisis, uno de cada siete trabajadores portugueses ha perdido su empleo, alcanzando el récord histórico del 17,6 % a principios de este año.
Dos tercios de esta destrucción de empleo se ha producido durante los dos últimos años, coincidiendo con la aplicación de las medidas de ajuste recomendadas por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco del programa de rescate financiero del país.
Las dificultades del mercado laboral, sin embargo, han afectado "de manera desproporcionada" a trabajadores jóvenes y familias con niños pequeños, lamenta la OIT.
Para remediar esta situación, la organización recomienda poner en marcha programas especiales para grupos desfavorecidos, como el de los jóvenes desempleados y familias sin trabajo.
Plantea asimismo promover "las pasantías, el aprendizaje y la experiencia en el lugar de trabajo" y otras medidas para ayudar a los jóvenes a ingresar en el mercado laboral.
"Algunas de estas medidas implicarán costes para los presupuestos públicos, pero serían de corto plazo e impulsarían el proceso de recuperación del empleo", opina el director del departamento de investigación de la OIT, Raymond Torres, en la presentación del informe.
El documento describe la situación socio-económica del país como "critica", con niveles de desempleo sin precedentes, una disminución drástica de las inversiones y una recuperación económica demasiado débil para mejorar las cifras del desempleo.
Según los datos aportados por la OIT, el 56 % de los portugueses que buscan empleo lleva sin trabajar más de un año y como consecuencia está perdiendo competencias y motivación.
Por otro lado, la reforma de la negociación colectiva de 2011, creada para promover acuerdos entre trabajadores y empresarios, generó una "situación de desequilibrio" que contribuyó a bajar los salarios.
Esto provocó que el número de trabajadores que ganan el salario mínimo se duplicara desde el inicio de la crisis.
"Una bajada de los sueldos para mejorar la competitividad no está justificada", dice Torres a ese respecto.
Considera que esto disminuye el consumo interno, tan necesario para ayudar a las pequeñas empresas a crear empleo, "por lo que una subida moderada de los salarios parece apropiada en el contexto actual", añade.
En tanto, las empresas portuguesas deben pagar hasta un 5,5 % de interés por los préstamos que reciben, frente a un 2 % en Alemania, un factor adicional que afecta a su competitividad.
Para mejorar las condiciones de crédito de las empresas, el estudio propone la creación de una "unión bancaria" en la zona del euro que favorezca las inversiones sostenibles y la recuperación de empleo. EFE