Por Will Russell
LONDRES, 28 jun (Reuters) - Sin trabajo y confinada en Londres por las restricciones del coronavirus, Flora Blathwayt fundó un negocio basado en la basura que recupera de las orillas fangosas del río Támesis.
Poco más de un año después de que le sorprendieran las coloridas piezas de plástico que recogió como parte de la limpieza del río, la mujer de 34 años fabrica y vende miles de tarjetas de felicitación decoradas con ellas cada semana.
Cuando se mudó a Peckham, en el sudeste de Londres, envió un lote de tarjetas decoradas con plástico a los vecinos cercanos que estaban cuidándose del COVID-19, ofreciéndoles ayuda.
"Fueron las primeras tarjetas lavadas", dijo. "Algunos de mis vecinos dijeron 'son increíbles, deberías empezar a venderlas'", contó a Reuters.
Ahora trabaja haciendo las tarjetas junto con un empleo de medio tiempo en una compañía que vende empaques hechos de algas marinas a la que se incorporó después de ser despedida de un negocio que fabrica salsas con frutas y verduras no deseados.
Graduada en geografía, no tenía una formación artística formal, pero le gusta estar al aire libre y encontrar nuevo potencial en botones viejos o sorbetes de plástico mientras limpia la orilla del río para una organización ecologista local.
Ahora produce unas 4.000 tarjetas por semana, contó, y ve su éxito como parte de un movimiento más amplio.
"Creo que el camino a seguir será que las personas creen cosas y comiencen negocios que no tengan tanto impacto en el ambiente, ya sea reutilizando algo, reciclando algo, generando algo a partir de los desechos. Creo que ese es el camino a seguir", dijo.
"Así que espero que la gente haga más y más y lo está haciendo. De ninguna manera soy la primera", agregó.
(Reporte adicional de Jonathan Shenfield; escrito por Philippa Fletcher; editado en español por Lucila Sigal)