Buenos Aires, 22 mar (EFE).- El Senado de Argentina convirtió hoy en ley una reforma de la carta orgánica del Banco Central que permite al Tesoro disponer de más recursos para financiarse y pagar deudas, además de acentuar el control del sistema financiero.
La iniciativa, impulsada por el Gobierno y que la semana pasada había sido convalidada por la Cámara de Diputados, fue aprobada con el voto de 42 senadores, la mayoría oficialista, frente a 19 en contra y dos abstenciones.
Con esta reforma, se elimina la obligación que hasta ahora tiene el Banco Central de mantener las reservas necesarias para respaldar la totalidad del dinero en circulación.
Por tanto, será ahora el directorio del instituto monetario el que fije cuál debe ser el nivel adecuado de reservas y qué recursos podrán ser destinados al pago de deudas en momentos en que Argentina mantiene en mora millonarios débitos con el Club de París.
La reforma fija condiciones para los préstamos de "carácter excepcional" que el Banco Central puede dar al Tesoro en base a la previsión anual de sus ingresos fiscales.
En este sentido, un artículo de la normativa precisa que "si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificara, podrán otorgarse adelantos transitorios, por una suma adicional equivalente a, como máximo, el 10 por ciento de los recursos en efectivo" que el Fisco haya obtenido "en los últimos 12 meses".
El directorio del Banco Central, que antes tenía la misión de "vigilar" al sistema financiero, quedó facultado para "regular" el funcionamiento de la banca, la cantidad de dinero en circulación y los tipos de interés, así como "orientar el crédito".
La oposición al Gobierno de Cristina Fernández, del peronista Frente para la Victoria, se opuso a esta reforma por considerar que abre las puertas para que el Ejecutivo eche mano a reservas monetarias para financiar el gasto público.
Desde 2010, Argentina utiliza "reservas excedentes" del Banco Central, aquellas que excedan el ciento por cien de la base monetaria (dinero en circulación), para cancelar compromisos de deuda con organismos crediticios.
Pero esos excedentes han sido prácticamente utilizados ya, luego de que en los últimos dos años Argentina echara manos de unos 16.000 millones de dólares de reservas para honrar sus compromisos, lo que impulsó al Gobierno de Cristina Fernández a enviar al Parlamento el proyecto de reforma de la carta orgánica del Banco Central.
La ley de Presupuesto 2012 prevé que el Gobierno utilizará este año 5.674 millones de dólares de reservas para pagar deudas públicas.
Para la consultora privada Economía & Regiones, "sin dudas, esta nueva modificación consolida el rol de financista" del Banco Central y "deja resuelto el problema" de la financiación para 2012.
Sin embargo, apuntó la consultora en un informe, "esta salida no tendrá un impacto neutro en la dinámica inflacionaria ya que, de completarse el cupo de financiación disponible (70.000 millones de pesos, unos 16.000 millones de dólares), se haría crecer nada menos que un 32% la base monetaria actual".