Madrid, 13 nov (.).- Cepsa, la segunda compañía con más estaciones de servicio en España tras Repsol (BME:REP), ha irrumpido con la compra de la red de estaciones de Ballenoil en el mercado de las gasolineras de bajo coste, cuya cuota de penetración ha ido creciendo año a año hasta cerrar 2022 en un 18,5 %.
La petrolera, con sede en España y con el fondo de Abu Dabi Mubadala y el estadounidense Carlyle (NASDAQ:CG) como accionistas, anunció este lunes la compra de la red de más de 220 gasolineras de Ballenoil, cuya marca va a conservar.
Cepsa, una compañía con 94 años de historia y al frente de la cual está actualmente como consejero delegado Maarten Wetselaar, también tiene intención de conservar el modelo de negocio y actual estructura de Ballenoil, ofreciendo en sus estaciones una gama de combustibles de precios económicos.
Su objetivo es que Ballenoil alcance las 500 estaciones de servicio en 2027 e ir reforzando en ellas los puntos de recarga eléctrica e ir incorporando en sus instalaciones la venta de biocombustibles.
La propia Cepsa citaba al comunicar la compra de Ballenoil el fuerte crecimiento que está habiendo en la demanda del modelo de gasolineras de bajo coste.
Al dispararse los precios de los carburantes con la invasión rusa de Ucrania, estas gasolineras que venden el carburante más barato se convirtieron en refugio de muchos conductores que buscaban precios menores a los de las gasolineras tradicionales y se registraban largas colas de espera para llegar a sus surtidores.
Según el Boletín Informativo de la Distribución de Carburantes en Estaciones de Servicio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los precios más bajos del carburante en España los registran las gasolineras independientes, algo que éstas atribuyen a que su estructura de costes es menor que la de las tradicionales y no a una menor calidad del combustible.
Una cuota de mercado en progresión
Según datos de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), de la que es socio fundador Ballenoil, desde 2019 se ha producido una importante evolución de la cuota de gasolineras automáticas.
Sin contar las de supermercados y cooperativas, estas gasolineras han pasado de representar en 2019 el 9 % del total de las existentes, a ser el 10 % en 2020; el 12,5 % en 2021 y el 18,5 % en 2022.
Las gasolineras independientes han denunciado en muchas ocasiones los obstáculos que se ponían para su desarrollo y últimamente la posición de desventaja competitiva en que se encuentran frente a las tradicionales.
La batalla de descuentos en el precio del carburante que se abrió entre los grandes operadores de estaciones de servicio a raíz de la guerra de Ucrania llevó a las gasolineras independientes a denunciar posibles prácticas anticompetitivas por parte de operadores como Repsol, Cepsa y BP (LON:BP), al considerar sus descuentos abusivos, y la CNMC inspeccionó las oficinas de esas petroleras.
Ballenoil pertenece al grupo Progeral, fundado en Francia en 1962 y dedicado al lavado de coches a alta presión, y creó y comercializó el primer armario lavador de Europa.
La primera actividad de Ballenoil se centró en el sector de los centros de lavado, con la Ballena Azul, para ya en 2010 lanzarse como compañía de gasolineras automatizadas que vendía combustible a bajo precio.
Inicialmente tuvo su sede social en Castelldefels (Barcelona), donde está la fábrica para la producción de los centros de lavado, pero en septiembre de 2017, en medio del procés, decidió trasladar su sede social desde la localidad catalana a sus oficinas en Alcobendas (Madrid).
Entonces explicó que había adoptado la medida debido al "contexto político" que se vivía en Cataluña y "de acuerdo con la estrategia de crecimiento del grupo".
Un grupo que en la actualidad tiene 350 empleados y 230 estaciones de servicio, según consta en su página web.
Por su parte, Cepsa tiene más de 1.700 gasolineras repartidas por España y Portugal, según su página web, y con la compra de las de Ballenoil prevé superar las 2.000 estaciones en el mercado ibérico.
En el plan estratégico "Positive Motion" 2030, que la petrolera presentó en marzo del año pasado, planteaba la transformación de sus estaciones de servicio -la segunda mayor red de la península Ibérica tras la de Repsol- en "espacios digitalizados de ultraconveniencia y restauración".
Cepsa decía este lunes que, en paralelo a la compra de Ballenoil, seguirá desarrollando su red prémium de estaciones, que incluye servicios de restauración, supermercado, recogida de paquetes o parafarmacia.
Las gasolineras son también básicas para el despliegue de una red de recarga ultrarrápida para vehículos eléctricos en España y Portugal, que en 2030 contará con puntos en más de mil estaciones de la compañía.