Atenas, 16 may (EFE).- El primer ministro griego, Alexis Tsipras, inauguró hoy en una ceremonia en Salónica las obras de construcción del Gasoducto Transadriático (TAP, en sus siglas en inglés) en territorio heleno, que se prevé esté en funcionamiento en 2020, y traerá gas natural del Mar Caspio a Europa occidental.
"Con la terminación de la primera evaluación, la economía griega está pasando un momento crucial para nosotros. Estamos dejando atrás la inestabilidad y la incertidumbre y entrando en un momento de inversión en el país", dijo el primer ministro griego durante su intervención en la ceremonia de inauguración.
El TAP forma parte del Corredor Gasista del Sur de Europa, iniciativa de la Comisión Europea que pretende asegurar la seguridad energética de la Unión Europea y reducir la dependencia de Rusia.
Al estallar el conflicto entre Ucrania y Rusia, el peligro de que este último cortara el suministro de gas natural a la Unión Europea se hizo palpable.
Durante años la Comisión Europea intentó sacar adelante el proyecto Nabucco, un gasoducto que conectaría el este de Turquía y Austria, pasando por Bulgaria, Rumanía y Hungría.
El consorcio azerbaiyano Shah Deniz II, que significa rey del mar, eligió finalmente el proyecto TAP en lugar de Nabucco, alternativa que supone una menor amenaza frente a Rusia por su situación al sur de Europa, sin atravesar países del este, potenciales clientes de Gazprom (MCX:GAZP), el gigante energético ruso responsable del gasoducto South Stream.
El Corredor Gasista del Sur de Europa se compone de una red de gasoductos que recorren 3.500 kilómetros: el Gasoducto del Sur del Cáucaso, que atraviesa Azerbaiyán y Georgia, el Gasoducto Transanatolia, que pasa por Turquía, y el Gasoducto Transadriático, que recorre Grecia, Albania, el mar Adriático e Italia.
Todo el Corredor Gasista del Sur de Europa supone una inversión total de 40.000 millones de euros.
En la ceremonia además participaron empresarios y autoridades de las países implicados en el proyecto, entre ellos varios viceprimeros ministros o ministros, además del vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic.
El viceprimer ministro de Azerbaiyán, Yaqub Eyyubo, aseguró que este proyecto "no compite con los proveedores actuales", sino que suministra nuevas rutas y fuentes..
El TAP mide 871 kilómetros, de los cuales 547 transcurren por Grecia, 211 por Albania y 105 por el mar Adriático hasta llegar a Italia, donde transcurren los últimos 8 kilómetros.
El gasoducto está financiado por conglomerados energéticos, lo que se traduce en creación de empleo durante y después de la construcción.
La ventajas para Grecia de este proyecto es que, además de recaudar impuestos, garantiza la creación de puestos de trabajo sin necesidad de que haya una inversión estatal.
Los grupos que conforman la estructura accionarial de TAP son el inglés BP (LON:BP) (20 %), el noruego Statoil (OL:STL) (20 %), el azerí Socar (20 %), el belga Fluxys (19 %), el español Enagás (MC:ENAG) (16 %) y el suizo Axpo (5 %).
La capacidad inicial del gasoducto será de 10 bcm (miles de millones de metros cúbicos), lo que según TAP equivale al consumo energético de siete millones de hogares en Europa.
En años posteriores se podría doblar su capacidad, llegando a los 20 bcm, añadiendo dos estaciones de compresión.
"El TAP puede ser una vía para reducir nuestras emisiones de CO2, porque hará el gas natural más competitivo en la batalla contra el carbón", aseguró el director de la Oficina de Energía suiza, Walter Steinmann, durante su intervención.
Además, TAP asegura que la construcción de este gasoducto permitirá que el precio del gas natural en Europa sea más competitivo, ya que diversifica el origen y la ruta del gas, que históricamente, ante la falta de reservas dentro de la UE, tenía que ser importado desde Rusia.
Según el conglomerado, los países europeos pagan un precio significativamente mayor por el gas, cuatro veces más que en Estados Unidos o Rusia, comparando datos de 2012.