Asunción, 27 jul (EFE).- El director en Asunción de la
hidroeléctrica paraguayo-brasileña de Itaipú, Carlos Mateo Balmelli,
espera que los acuerdos sobre esa represa firmado por los
presidentes de ambos países sean apoyados por todos los políticos
brasileños.
Balmelli se expresó en eso términos durante una entrevista
concedida hoy a Efe, en la que analizó el amplio acuerdo para
intensificar las relaciones bilaterales, firmado el sábado último
por el presidente de su país, Fernando Lugo, y el de Brasil, Luiz
Inácio Lula da Silva.
Una parte del documento contempla el aumento de los beneficios de
Paraguay en la hidroeléctrica de Itaipú, compartida por ambos
países, y debe ser ratificado por los Parlamentos de ambos países
para su posterior aplicación.
De acuerdo a las autoridades de Paraguay, este país recibirá 360
millones de dólares al año a partir de 2010, por la cesión a su
socio de la parte de energía que no consume, frente a los 107
millones de 2008.
Según medios de prensa asuncenos, el tema ya ha generado posturas
encontradas en un sector de la oposición en el Legislativo
brasileño.
En ese sentido, Balmelli señaló que "Lula expresó en Paraguay la
visión y el espíritu de entendimiento y cooperación, no solo de su
Gobierno sino de la clase dirigente y del pueblo brasileño".
"Lula expresa la conciencia de una clase política brasileña que
cree que el problema tiene que ser resuelto en estos términos",
indicó el director paraguayo en la hidroeléctrica.
Opinó además que el tipo de acuerdo firmado por Lugo y Lula "en
el caso paraguayo pasa por el Congreso", pero consideró que "no
siempre" deben ser sometidos al Parlamento brasileño.
Por otra parte, dijo que el acuerdo refleja un "negocio en donde
gana Brasil y gana Paraguay".
En el caso de su país, destacó que "ha ganado, por sobre todas
las cosas, porque podemos convertirnos en una plataforma de
inversión y en una nación energética".
"Tenemos que desarrollar nuestra vocación diversificadora
económica. Paraguay no puede ser un país moderno solo vendiendo soja
y carne. Son dos segmentos claves de nuestra economía, pero son
excluyentes socialmente", expuso.
Entre tanto, sostuvo que "ahora, la generación y la aplicación de
la energía, el uso, la producción, son las que te garantizan una
política de crecimiento económico con desarrollo social".
Instó además a aumentar la generación de energía de Itaipú, la
más grande del mundo en funcionamiento, para lograr que se convierta
en el "punto de interconexión de todo el sistema energético regional
porque tiene la infraestructura para eso".
"Lo que no podemos hacer nosotros los latinoamericanos es seguir
teniendo una política energética de emergencia", aseveró.
Brasil también se comprometió a aportar 450 millones de dólares
para construir una red de transmisión de 500 kilovatios de la
represa a Villa Hayes, cerca de Asunción.
El acuerdo reconoce, igualmente, "la conveniencia" de que la
estatal Administración Nacional de Electricidad (ANDE) "pueda
gradualmente, a la brevedad posible, comercializar en el mercado
brasileño energía de Itaipú correspondiente a los derechos de
adquisición de Paraguay".
El tratado constitutivo de la represa, con capacidad para generar
14.000 megavatios, prevé que cada país tiene derecho al 50 por
ciento de esa energía y que la electricidad no utilizada debe ser
vendida al otro socio a precio de costo.
Paraguay, que cubre casi todas sus necesidades con el 5 por
ciento de su cuota y le vende el resto de su parte a la empresa
estatal brasileña Eletrobras, exige libertad para comercializar esa
energía incluso en terceros países y a precios de mercado.
La renegociación del Tratado de Itaipú, firmado en época de
dictadura en ambos países y que según Brasil no puede ser modificado
hasta su fecha de vencimiento, en 2023, para poder ofrecerle su
energía excedente a precios de mercado a otros países, fue una de
las principales banderas en la campaña electoral de Lugo.
El acuerdo, de 31 puntos, también incluye obras de
infraestructura en Paraguay, entre ellas dos nuevos puentes entre
ambos países, para dinamizar el comercio fronterizo. EFE
ja/rg/eat