Berlín, 19 dic (.).- El Gobierno alemán y el mayor importador de gas del país, Uniper (ETR:UN01), han firmado este lunes un acuerdo marco para la implementación del paquete pactado el pasado septiembre para el rescate de la compañía, en apuros financieros debido a la interrupción del suministro de gas ruso.
Una vez que la Comisión Europea (CE) dé el visto bueno a la medida, el Estado alemán se convertirá en el accionista mayoritario de la compañía a través de una inyección de capital por valor de 8.000 millones de euros, ha informado el Ministerio de Economía en un comunicado.
A ésta se sumará una ampliación de capital por importe de 25.000 millones de euros, con el objetivo de hacer frente a las pérdidas millonarias que previsiblemente continuarán produciéndose en 2023 y 2024.
El anterior propietario, la compañía finlandesa Fortum (HE:FORTUM), venderá sus participaciones a un precio de 1,7 euros por acción al Estado alemán, según han ratificado este lunes los accionistas de la empresa en una reunión extraordinaria.
"Es un paso significativo que no se había dado de esta forma en la historia de la república federal", ha comentado el ministro de Economía, Robert Habeck, en declaraciones realizadas en Bruselas, donde ha recordado que Uniper abastece a un tercio del mercado alemán y es por ello crucial para la seguridad del suministro.
Habeck ha manifestado su esperanza en que la CE apruebe "antes de Navidad, pronto" el rescate del que era hasta ahora el mayor cliente de la gasística rusa estatal Gazprom (MCX:GAZP).
Según el ministro, las dificultades financieras de la empresa se deben a los contratos a largo plazo firmados con Gazprom y que permitieron a Uniper cerrar acuerdos con clientes alemanes, a los que ahora debe abastecer a precios bajos a pesar de la falta de gas ruso.
A cambio del rescate, el proveedor de gas se compromete a apostar por las energías renovables como futuro modelo de negocio y a otras condiciones, como la prohibición de repartir bonos y dividendos.
El rescate de Uniper se financiará a partir del Fondo de Estabilidad Financiera alemán, reactivado en octubre por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y dotado con 200.000 millones de euros en créditos.