Madrid, 19 ago (.).- Las compañías Enagás (MC:ENAG), Acciona (MC:ANA) Energía y la regasificadora chilena GNL Quintero, de la cual Enagás es el principal accionista, desarrollarán conjuntamente una planta de generación de hidrógeno verde con una capacidad de 10 megavatios (MW) en la Bahía de Quintero (Chile).
Según han informado este jueves Enagás y Acciona Energía en sendos comunicados, la planta contará con una potencia nominal de 10 MW y una producción anual de 500 toneladas de hidrógeno verde que se podrá incrementar en función de la demanda de este combustible en la zona.
El proyecto "Hidrógeno Verde Bahía Quintero", que será el primero de este tipo de combustible que Enagás y Acciona Energía desarrollarán en el país latinoamericano, requerirá de una inversión cercana a los 30 millones de dólares (unos 26 millones de euros)
La planta estará situada en el terminal de regasificación de GNL Quintero y ofrecerá una alternativa energética limpia y sostenible, contribuyendo al proceso de descarbonización de la economía de Chile.
El hidrógeno verde se generará mediante un proceso de electrólisis que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno utilizando exclusivamente energías renovables, garantizando que no se realizan emisiones contaminantes de ningún tipo.
Este combustible tiene múltiples aplicaciones orientadas a reemplazar otros combustibles contaminantes en sectores o procesos de difícil electrificación, como pueden ser los sectores industriales o el transporte colectivo y de mercancías, y se espera que en un futuro se pueda inyectar en las redes de distribución de gas natural para consumo industrial o residencial
Con el objetivo de impulsar el hidrógeno verde, Enagás y Acciona Energía están construyendo a su vez la primera planta de hidrógeno verde en España, situada en Mallorca, en un proyecto que cuenta con otros 30 socios de 11 países y está subvencionado por la Comisión Europea con 10 millones de euros.
Con el proyecto "Green Hysland", se generarán al menos 300 toneladas de hidrógeno verde al año que permitirán reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la isla española en hasta 20.700 toneladas al año.