Tokio, 16 jun (EFE).- El Gobierno japonés comenzó hoy a examinar los activos de Tokyo Electric Power Company (TEPCO), operadora de la central de Fukushima, para valorar hasta qué punto pueden cubrir las millonarias indemnizaciones a las víctimas de la crisis nuclear.
Un panel gubernamental de cinco expertos comenzó hoy a recopilar información con vistas a presentar un informe, el próximo septiembre, que detalle la situación de los activos de la eléctrica, la mayor del país.
El Gobierno nipón aprobó este martes una ley para ayudar a TEPCO a la hora de afrontar las compensaciones, a través de la creación de una entidad financiada con fondos públicos y aportaciones de otras empresas eléctricas.
Esa entidad, cuya creación debe recibir aún el visto bueno del Parlamento, prestaría el dinero necesario a la operadora de Fukushima para cubrir el pago de las indemnizaciones a los afectados por la crisis nuclear.
El Gobierno, sin embargo, busca al mismo tiempo examinar a cuánto asciende el valor de los activos que la empresa posee para su eventual liquidación, a fin de reducir en lo posible la cuantía de las compensaciones abonadas con dinero público.
Según la agencia Kyodo, TEPCO espera recaudar 600.000 millones de yenes (5.230 millones de euros) a través de la venta de algunos activos, entre ellos inmobiliarios, aunque la cantidad está muy por debajo de las indemnizaciones que se calcula deberá pagar.
Según estimaciones de Bank of America-Merrill Lynch, la suma podría alcanzar los 130.000 millones de dólares (91.760 millones de euros), mientras que analistas de la casa de valores Nomura prevén que podría ascender a unos 72.000 millones de dólares(50.800 millones de euros).
El desastre nuclear desatado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo ha obligado a miles de residentes de Fukushima a abandonar sus hogares y ha causado serios daños en la agricultura, pesca y ganadería de la zona.
El pasado abril TEPCO ya aprobó un primer paquete de compensaciones de unos 50.000 millones de yenes (623 millones de dólares) para unos 48.000 hogares situados en un radio de 30 kilómetros de la central nuclear. EFE