Jordi Calvet
Brisbane (Australia), 16 nov (EFE).- Los líderes del G20 se comprometieron hoy a impulsar un paquete de 800 medidas para lograr un crecimiento del 2,1 % por encima de las previsiones hasta 2018 e inyectar unos 2 billones de dólares a la economía.
Las acciones acordadas fueron incluidas en el Plan de Acción de Brisbane y su implementación y resultados serán controlados tanto por el G20 como por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, junto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), fijaron la estimación de crecimiento.
"El plan de acción contiene 800 propuestas de reforma distintas, y si hacemos todo a lo que nos hemos comprometido, el FMI y la OCDE nos dicen que nuestro PIB será un 2,1 % más alto", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, al cierre de la cumbre.
Según el comunicado final de la cumbre, alcanzar este objetivo supondría inyectar más de 2 billones de dólares (1,6 billones de euros) a la economía global y crear millones de trabajos.
Este crecimiento eleva el objetivo del 2 % fijado en febrero por los ministros de Finanzas y que fue rebajado al 1,8 % en la reunión ministerial en septiembre, al tener en cuenta que la economía mundial se ralentizaba.
Entre las medidas acordadas para impulsar la economía destaca la creación del Núcleo Global de Infraestructuras, que tendrá un mandato de cuatro años para mejorar la calidad de las inversiones en infraestructuras en todo el mundo.
El organismo, que tendrá sede en Sídney, "contribuirá a desarrollar plataformas de intercambio de conocimiento entre gobiernos, sector privado, bancos de desarrollo y organismos internacionales", según el comunicado.
Otras medidas acordadas persiguen hacer una economía más resistente, reforzar los sistemas financieros y promover un sistema tributario más justo que obligue a las empresas multinacionales a pagar impuestos en los países donde generan ingresos, además de luchar contra la corrupción.
Las acciones acordadas persiguen incrementar la inversión, el comercio y la competición, según el G20, que vinculó el éxito de las propuestas con la creación de trabajos de calidad.
En este ámbito del empleo, el G20 se fijó como objetivo reducir la brecha de participación en el trabajo entre hombres y mujeres en un 25 % en 2025, lo que supondría la incorporación de 100 millones de mujeres en el mercado laboral.
Los líderes del G20 también enfatizaron la necesidad de una mayor colaboración en asuntos energéticos para mejorar la eficiencia en su uso, incluida la eliminación de subsidios a los combustibles.
La declaración final de 21 puntos también incluyó una mención al cambio climático pese a que Australia había excluido este asunto de la agenda.
El grupo mostró su apoyo a "acciones fuertes y efectivas" para afrontar el calentamiento global y se comprometió a trabajar "para adoptar un protocolo, otro instrumento legal o acordar medidas con fuerza legal" en la conferencia de París del año próximo.
Durante el encuentro, además el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció una contribución de 3.000 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima, mientras que Japón se comprometió a aportar 1.500 millones.
El G20 también mostró su preocupación por el "impacto humanitario y económico" del ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona, y declaró su apoyo a una respuesta "urgente y coordinada".
El Fondo Monetario Internacional presentó ayer al grupo un plan de 300 millones de dólares de ayuda a los tres países basado en préstamos, subvenciones y condonación de deuda, y hoy su directora gerente, Christine Lagarde, anunció que pedirá la "participación activa" a los líderes de estos países.
Asimismo, el comunicado instó a tomar más medidas para evitar los problemas derivados de los procesos de reestructuración de deuda, una mención que fue celebrada por la delegación argentina que considera que comienza a ponerse límites a los acreedores "buitres".
Fuera de la agenda y de la declaración final quedaron las críticas del bloque occidental y sus advertencias de más sanciones a Rusia por la injerencia de Moscú en Ucrania, que ensombrecieron el debate sobre el crecimiento económico en el inicio de la cumbre.
Los países miembros del G20 representan el 85 % del PIB mundial, el 80 % del comercio global y tienen dos tercios de la población total.
El G20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), además de Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Además, Australia ha invitado a su vecino Nueva Zelanda a estas reuniones, mientras que España acude como invitado permanente desde 2010.
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