Atenas, 16 feb (EFE).– Grecia y Bulgaria firmaron este jueves un acuerdo para examinar la posibilidad de construir un oleoducto que trasladaría petróleo desde el puerto griego de Alejandrópolis hasta la ciudad búlgara de Burgas, situada en la costa occidental del mar Negro.
El acuerdo fue firmado por los titulares de Energía de los dos países tras una reunión entre el primer ministro griego, Kyriakos Mitstotakis, y el presidente búlgaro, Rumen Radev, en la sede del Gobierno heleno en Atenas.
Se trata de un intento de reavivar un proyecto que fue cancelado en 2011 y que contemplaba el transporte del petróleo en flujo inverso, es decir, desde el mar Negro hacia el mar Egeo.
Sin embargo, la crisis energética y el esfuerzo de los Balcanes y la Unión Europea (UE) de independizarse de los combustibles fósiles rusos llevaron a los dos gobiernos a reconsiderar y reavivar el proyecto modificándolo para asistir las necesidades actuales.
En una entrevista con el diario griego Kathimerini, Radev señaló que la agresión rusa contra Ucrania ha cortado muchas cadenas de suministro en el sureste de Europa, lo que ha demostrado lo imprescindible que es mejorar la conectividad y garantizar rutas de abastecimiento alternativas.
El oleoducto tendría la capacidad de transportar unas 10 millones de toneladas de petróleo al año de Grecia al mar Negro, según la misma fuente.
En abril, el gigante energético ruso Gazprom (MCX:GAZP) cortó el suministro de gas a Bulgaria, lo que llevó al Gobierno griego a proporcionar a su vecino acceso de emergencia a su red gasística.
Durante los últimos años los dos países balcánicos han estrechado significativamente su cooperación en el sector.
En octubre pasado se inauguró en Sofía el gasoducto IGB, que se conectó con el TANAP y transporta anualmente unos 3.000 millones de metros cúbicos de gas azerí desde Grecia a Bulgaria.
En mayo empezaron además las obras de otro proyecto greco-búlgaro, la construcción de una planta flotante de almacenamiento y gasificación de gas natural licuado (GNL) en Alejandrópolis, que se prevé que estará lista a finales de este año.
El Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis aspira en convertir a Grecia en un nodo energético de Europa, y cuenta para ello, en su flanco sur, proyectos de interconexión eléctrica con Israel, Chipre y Egipto.
Durante el encuentro se firmó también un segundo acuerdo que dará la posibilidad a empresas griegas a almacenar gas natural en instalaciones búlgaras y viceversa.
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