Turbulencias a bordo de Ryanair. Tras hacer balance de sus ingresos en el primer tramo del verano, la aerolínea irlandesa de bajo coste ha confirmado que sus ganancias son inferiores a las de 2018. Pese a haber ganado 243 millones de euros, ha registrado una caída del 21%. A esto se le suma el descenso con respecto al mismo período del año pasado, del 6% en las tarifas.
Esto se debe al incremento de los costes, la mayor competencia y la baja demanda de los británicos, que ante la incertidumbre del Brexit el próximo 31 de octubre, han decidido ajustar sus bolsillos durante los meses estivales. De producirse sin acuerdo la controvertida ruptura entre Londres y Bruselas, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary ha advertido que se podrían eliminar algunas rutas domésticas, como las que unen Londres con Glasgow, Edimburgo y Belfast. Además, ha explicado que en el contexto de un Brexit duro, habría grandes dudas sobre esas bases a largo plazo".
El regreso de los Boeing (NYSE:BA) 737 MaxAdemás, Ryanair se enfrenta a otra cuestión: la demora en la entrega de los fatídicos Boeing 737 MAX, muy utilizados por la aerolínea. Fueron retirados esta primavera de la circulación tras la muerte de 345 personas en dos accidentes de aviación. De retrasarse su regreso, Ryanair no descarta recortar empleos.