San Francisco (EEUU), 24 sep (.).- El cofundador y consejero delegado de la compañía estadounidense de espacios de trabajo compartidos WeWork, Adam Neumann, aceptó hoy dimitir del cargo, según medios locales, tras la fallida salida a bolsa de la firma que dirige, que se esperaba para septiembre y fue aplazada a finales de año.
Diarios como The Wall Street Journal y The New York Times y la cadena financiera CNBC citaron a "fuentes conocedoras de la decisión", según las cuales Neumann habría cedido finalmente a la presión por parte tanto de la Junta Directiva como de varios inversores y habría aceptado renunciar al puesto.
A Neumann le sustituirá de forma interina el tándem formado por el consejero financiero de WeWork, Artie Minson, y el exejecutivo de Amazon (NASDAQ:AMZN) Sebastian Gunningham, mientras que el todavía consejero delegado pasará a ser presidente no ejecutivo de la compañía "hermana" de WeWork, We Company.
A mitad de agosto, la firma de "coworking" anunció su intención de salir a bolsa en las siguientes semanas, pero esta decisión se pospuso la semana pasada ante las reticencias expresadas por varios inversores en relación a la tasación y a la gestión e imagen pública de Neumann.
A mediados de septiembre, la compañía ya anunció precisamente para intentar calmar los ánimos de los inversores cambios en su estructura de negocio que afectaban a Neumann, con un recorte del poder de sus acciones especiales de 20 a 10 votos por título, más el nombramiento de un director independiente antes de final de año.
WeWork, con sede en Nueva York y de reciente creación, inicialmente se había tasado en 47.000 millones de dólares, lo que la convertía en una de las empresas emergentes mejor valoradas de cara a una salida a bolsa, pero en los últimos días los medios especializados señalaban que la tasación podría caer hasta los 20.000 millones o incluso por debajo.
Según documentos entregados a los reguladores bursátiles, la compañía tuvo pérdidas netas de 1.900 millones de dólares en 2018, algo que, según WeWork, se debe a que por el momento están centrados en crecer, pero no deja de preocupar a los inversores.
En la primera mitad del año fiscal 2019, la empresa ingresó 1.540 millones de dólares y registró pérdidas netas por valor de 900 millones.