Berlín, 23 jun (.).- La industria alemana expresó su preocupación por el elevado precio de la energía y la disminución del suministro de gas ruso que han llevado hoy al Gobierno alemán a declarar el nivel de alerta del plan de emergencia, y abogó por un equilibrio justo de los costes entre proveedores y clientes.
El presidente de la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y de Comercio (DIHK), Peter Adrian, declaró en un comunicado que "aunque el suministro de gas sigue estando garantizado a corto plazo, las empresas en todos los sectores están muy preocupadas".
"Es bueno que el gobierno federal no permita actualmente trasladar el aumento de los precios del gas a los clientes con contrato" y que sea consciente de las "grandes desventajas" que ello supondría, señaló.
El ministro de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, informó hoy al declarar el nivel de alerta que por el momento el gobierno no recurrirá al mecanismo de ajuste de precios regulado en el artículo 24 de la Ley de Seguridad Energética.
Este mecanismo puede aplicarse cuando, como es el caso, la Agencia Federal de Redes constate una reducción significativa de los volúmenes totales de importación de gas.
Según Habeck, "este mecanismo puede ser necesario en determinadas situaciones para evitar un colapso del suministro de energía, pero también tiene inconvenientes", por lo que se está trabajando en posibles alternativas.
"Es importante mantener el mercado en funcionamiento a pesar de los elevados costes adicionales", argumentó.
Ante las inevitables cargas económicas, es necesario "crear un equilibrio justo entre los proveedores de gas y los clientes", señaló el presidente de la DIHK.
De lo contrario, advirtió, existe el peligro de que las empresas de la industria con un uso intensivo de energía tengan que suspender su producción y se vean abocadas a la quiebra.
Una encuesta actual del DIHK revela que nueve de cada diez empresas industriales consideran ya ahora los elevados precios de la energía como un gran riesgo empresarial, indicó.
"Además, cada vez expiran más contratos con precios de gas bajos. De esta manera, la carga sobre la economía sigue de todos modos creciendo cada día", agregó.
En última instancia, los precios más altos también afectan a los consumidores, dijo.
Así, tres de cada cuatro empresas se ven ya en la obligación de trasladar el aumento de los costes a sus clientes, pero muchos sectores no tiene opción o posibilidades limitadas de hacerlo, indicó.
El presidente de la DIHK hizo un llamamiento, "ante estos oscuros nubarrones", a hacer todo lo posible para ahorrar gas de cara al invierno.
Calificó de "acertados" los planes del gobierno para premiar el ahorro de gas de la industria y urgió a ponerlos rápidamente en marcha.
Además, debería permitirse a las empresas cambiar de gas a gasóleo de calefacción o carbón a corto plazo, algo que por el momento se ve obstaculizado por la normativa medioambiental, indicó.
Consideró, además, que los pagos estatales de emergencia deberían ampliarse a corto plazo a las empresas que hacen un uso intensivo del gas.
El ministro de Economía y Clima aseguró esta mañana que actualmente la seguridad del suministro está garantizada, pero advirtió en contra de confiarse y afirmó de que "el gas es a partir de ahora un bien escaso".
La reducción actual en un 60 % de los suministros a través del gasoducto Nordstream 1 colocan al país en una situación de depósitos vacíos de cara al invierno, advirtió.
Recordó que el nivel de alerta. según el reglamento de la Unión Europea, se declara cuando se produce una interrupción del suministro de gas o una demanda excepcionalmente alta que cause un empeoramiento considerable de la situación del suministro de gas.
En este nivel, no obstante, el mercado sigue siendo capaz de hacer frente a esta interrupción o demanda sin necesidad de adoptar medidas no basadas en el mercado.