Laura P. Gutiérrez
Bruselas, 23 abr (.).- El presidente del consejo de la Organización Internacional del Cacao, Rafael Soriano Ortiz, destacó la importancia de que los productores latinoamericanos de cacao “reivindiquen y presenten” las singulares de su mercado, como la mayor productividad por hectárea o la apuesta por el "cacao fino", frente a los grandes productores africanos.
El presidente del consejo de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés) señaló -en una entrevista concedida a EFE en el seno de la quinta Conferencia Mundial del Cacao- que, a pesar de las reivindicaciones compartidas por los productores africanos y latinoamericanos, estos últimos cuentan con singularidades propias "que conviene destacar y apuntar".
Aseguró que en el caso latinoamericano existe de manera muy clara una mayor productividad por hectárea de manera muy destacada, algo que no sucede en los países africanos, o la apuesta por no solo la cantidad sino por la calidad -el conocido como cacao fino- y que por tanto tiene otro precio en el mercado.
"Desde hace muchos años, países como Colombia o Ecuador han desarrollado unas capacidades académicas, de investigación y de lucha contra una serie de enfermedades que afectan al árbol del cacao que son pioneras en el mundo", afirmó Soriano Ortiz.
Además, destacó que los productores latinoamericanos tienen también capacidades de transformación y elaboración del producto final que no tienen otros países africanos.
Por otra parte, el también embajador español en Costa de Marfil, resaltó el papel de España como “un actor muy relevante en la elaboración de chocolate” que tiene cada vez “mayor presencia en cuanto a inversiones y trabajo en los países de origen”.
"En Costa de Marfil hay una empresa española, desde hace más de 15 años, y hay varias que están en prospectiva que ahora quieren no solamente comprar cacao sino participar de manera más directa en lo que es el origen de esa larguísima cadena de valor", apuntó Ortiz.
También afirmó que la radiografía del sector es la de "un mercado emergente", que no acaba en el chocolate sino que incluye otros usos como la cosmética o la farmacología, donde europeos y norteamericanos concentran las principales multinacionales pero comienzan a aparecer otros países interesados, fundamentalmente en Asia.
Así, dijo que "ya se han hecho algunas gestiones con los embajadores de Japón y Corea y de otros países" para ampliar los Estados miembros de la ICCO, donde también le gustaría contar con Reino Unido y Estados Unidos, así como "nuevos mercados cada vez más relevantes como Turquía y Egipto".
La ICCO, compuesta por 52 países que representan el 86 % de las exportaciones mundiales de cacao y el 76 % de las importaciones, se define como un lugar privilegiado para encontrar las soluciones a los desafíos del sector del cacao, acusado por la deforestación, la explotación infantil y la retribución desigual de los pequeños cacaocultores.
"Es bastante común encontrarnos en Costa de Marfil a productores que se dedican desde hace varias generaciones al cultivo de las plantaciones de cacao y a la explotación del grano de cacao y que no han probado nunca una tableta de chocolate, lo cual no deja de ser contradictorio", afirmó Soriano.
Por ello, y en aras de afrontar los desafíos del sector, el presidente defiende "pagar más por un cacao sostenible", que es el lema de la conferencia en esta edición.
"Todos los actores de esta cadena debemos estar dispuestos a pagar más y hacer esta cadena más grande", afirmó Soriano, quee incide en que es “una responsabilidad compartida de actores públicos y privados" en referencia a las "grandes multinacional de chocolate europeas y norteamericanas".
Respecto a la coyuntura actual de los precios del cacao, recalcó que "según indican los expertos, es probable que también se produzca en la siguiente campaña cacaotera" y que hay que "aprovechar este momento alcista para plantearnos las preguntas adecuadas” siendo una de ellas "la retribución justa".
Además, Ortiz apuntó que además de conseguir un precio justo para el agricultor de origen, el gran desafío por parte de los países productores es conseguir "una mayor participación en añadir valor a la cadena".
"Que no solamente se trate de exportar por su parte el grano de cacao, sino que puedan empezar a exportar productos semielaborados o finales que permitan participar de una mayor manera en los beneficios", afirmó Soriano.
(video)