Viena, 12 ago (EFE).- El consorcio petrolero y gasista austríaco OMV, el mayor de Europa Central y Oriental, quiere fortalecer la cooperación con el gigante ruso Gazprom (MCX:GAZP) como parte de una nueva estrategia que pretende compensar las pérdidas por la caída de la producción petrolera en Libia y en Yemen.
El objetivo es una cooperación "desde Siberia hasta el centro de Europa", dijo el presidente de OMV hoy en rueda de prensa en Viena, tras presentar el balance trimestral de la empresa que dirige.
A pesar de un aumento de la producción de petróleo, la facturación de OMV se redujo en el segundo trimestre de 2015 hasta los 5.726 millones de euros, un 38 por ciento menos que en el mismo periodo de 2014.
La caída fue causada por el desplome de los precios del crudo debido a un exceso de la oferta mundial, así como por el paro de la producción en Libia y Yemen debido a los violentos conflictos en esos países donde el grupo austríaco normalmente extrae crudo.
"Actualmente no hay perspectiva de una recuperación rápida", indicó Seele.
"Yemen y Libia golpean fuerte a OMV (...)", añadió el presidente y recordó que debido a la escalada de la violencia ambos países prácticamente han dejado de producir petróleo y gas.
"En este entorno difícil, necesitamos cambio, necesitamos una mejora de la eficiencia", dijo, y explicó que se está trabajando en el diseño de una nueva estrategia que deberá aplicarse a partir de enero de 2016.
Parte de esa estrategia será concentrarse más en el negocio del gas y fortalecer la cooperación con Gazprom, con una participación en la producción rusa, el transporte seguro a Europa y un aumento del volumen de gas que llega a Austria.
Seele destacó los bajos costes de Rusia en adquisición de reservas y producción.
OMV ya firmó un memorándum con Gazprom, así como con la holandesa Shell y la alemana E.ON (XETRA:EONGn) para ampliar al doble de su capacidad actual el gasoducto Nord Stream, que une Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico.
Por otro lado, el gigante ruso y la petrolera austríaca tienen un acuerdo para llevar juntos hasta el país alpino el gasoducto South Stream, que bombeará gas ruso a Europa a través del Mar Negro y los Balcanes, evitando así territorio ucraniano.