Helsinki, 8 feb (.).- La compañía petrolera finlandesa Neste (HE:NESTE) obtuvo un beneficio neto de 1.891 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento del 6,6 % respecto al ejercicio anterior, informó este miércoles la empresa.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Neste aumentó en 2022 un 17 % en relación al año anterior, hasta 3.048 millones de euros, mientras que su ganancia operativa se situó en 2.410 millones, un 19 % más.
No obstante, la empresa resaltó que su principal indicador de rentabilidad, el ebitda comparable (excluyendo las partidas extraordinarias), creció un 84 % y alcanzó los 3.537 millones de euros, la cifra anual más alta de su historia.
Neste facturó 25.707 millones de euros, un 69 % más que en 2021, gracias sobre todo al aumento del precio de los carburantes, que incrementó los ingresos en unos 7.500 millones de euros, y al mayor volumen de ventas, según la empresa.
Su negocio de derivados del petróleo, el más importante por ingresos, facturó 14.596 millones de euros, un 87 % más interanual, tras aumentar un 12,5 % su volumen de ventas de gasolina y diésel, hasta los 11,31 millones de toneladas.
Esta división logró quintuplicar su beneficio operativo y ganó 1.337 millones de euros, impulsado por el aumento del margen de refinado, que creció un 160 %, hasta los 23,42 dólares por barril.
Debido a la invasión rusa de Ucrania, Neste dejó de importar petróleo de Rusia en julio, por lo que el crudo de los Urales pasó a suponer apenas el 18 % del total importado en 2022, frente al 65 % del ejercicio anterior.
En cambio, su negocio de carburantes renovables, el segundo en importancia, perdió rentabilidad y registró un beneficio operativo de 1.046 millones de euros, un 39 % menos, pese al notable incremento de su facturación.
Neste colocó en el mercado 3 millones de toneladas de biocombustibles, apenas un 0,3 % más que en 2021, aunque el aumento de los precios elevó un 68 % sus ingresos, hasta 9.905 millones de euros.
El 65 % de estos carburantes renovables, principalmente biodiésel producido en sus plantas de Porvoo (Finlandia), Róterdam (Holanda) y Singapur, se comercializó en Europa y el resto lo vendió a clientes de Norteamérica.