Moscú, 25 ene (.).- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, aprobó hoy la modificación del acuerdo de gas con Rusia, a la que acusa de engañar a Minsk, una semana antes de la histórica visita a Minsk del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Lukashenko, que se niega a firmar el tratado de Unión Estatal con Rusia hasta cerrar un contrato sobre el gas y el petróleo, aseguró que dichos cambios servirán de "base" para futuras negociaciones, según informan fuentes oficiales.
Dicho acuerdo fue suscrito por ambos países en noviembre de 2011 y establece el procedimiento de formación de los precios del gas ruso para Bielorrusia, que importó 20.000 millones de metros cúbicos de gas en 2019 a 127 dólares cada mil metros cúbicos.
Lukashenko acusó ayer a Moscú de incumplir con lo acordado en materia de tarifas de gas después de que Minsk cediera al consorcio gasístico ruso Gazprom (MCX:GAZP) el control sobre su red de gasoductos (Beltransgaz).
"En lo que se refiere al gas, nos engañaron. No nos concedieron los mismos precios", aseguró el líder bielorruso, quien acusa a Moscú de querer subir la tarifa hasta los 152 dólares, además de exigir el pago en dólares y no en rublos.
Recordó que cuando se firmó el acuerdo, Gazprom se comprometió a pagar 5.000 millones de dólares y también a equiparar los precios del gas.
Después de un largo tira y afloja, Minsk y Moscú sí llegaron a un acuerdo provisional sobre el gas horas antes de que concluyera 2019, aunque sólo para enero y febrero.
Lukashenko denunció hoy que lo mismo ocurre con el petróleo, ya que Moscú quiere que Minsk pague más aún que alemanes y polacos, y recordó que Moscú suspendió los suministros el 1 de enero pasado y sólo los reanudó cuatro días después y parcialmente.
"¿Dónde se ha visto eso?", lamentó.
Por ese motivo, Bielorrusia ha abierto negociaciones para comprar petróleo con varios países como Estados Unidos, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes, y dijo haber alcanzado ya un acuerdo con Noruega.
"Tengo una magnífica relación con ellos. Dicen que me suministrarán tanto petróleo como necesite", explicó.
Precisamente, Pompeo se reunirá con Lukashenko en Minsk el próximo 1 de febrero en la visita más importante de un alto funcionario de EE.UU. en más de una década, que tendrá lugar en medio del proceso de normalización de las relaciones bilaterales.
Ese proceso comenzó en septiembre pasado con el anuncio de intercambio de embajadores después de la expulsión de la embajadora estadounidense por Minsk en 2008.
El desacuerdo sobre los precios de los hidrocarburos rusos es el principal obstáculo en las negociaciones de integración entre Moscú y Minsk.
Por ese motivo, el Kremlin no pudo hacer realidad sus planes de sellar un acuerdo con Bielorrusia con vistas al 20 aniversario del tratado de Unión Estatal que se celebró el pasado 8 de diciembre.
"Incluso se lo aceptara (ser parte de Rusia), los bielorrusos me devorarían en un año. Es un honor ser el primero (presidente bielorruso), pero seguro que no quiero ser el último. No puedo traicionaros y disolver Bielorrusia, incluso en la hermana Rusia", dijo Lukashenko el viernes.