Madrid, 7 sep (EFE).- Algunos de los mayores bancos de inversión -JP Morgan, Bank of America Merrill Lynch- y gestoras de fondos -Fidelity, Natixis, Ebury Partners- del mundo han mostrado su escepticismo ante las medidas de estímulo anunciadas esta semana por el BCE, que encuentran escasas, tardías y poco efectivas.
El pasado jueves, el Banco Central Europeo (BCE) bajó por sorpresa los tipos de interés hasta el mínimo histórico del 0,05 % y su presidente, Mario Draghi, anunció la compra de bonos de titulización de activos y de bonos garantizados a partir de octubre para estimular el crédito por un importe que se estima en medio billón de euros.
Por lo que respecta a la bajada de tipos de interés, hay quien como David Buckle, jefe de analistas de la gestora de fondos Fidelity, cree que aunque el BCE "se rasca la cabeza sin comprender por qué es tan profunda la amenaza de deflación en la zona del euro" la rebaja de tipos "llega tres o cuatro años tarde".
En cuanto al programa de compra de bonos, los grandes agentes del mercado indican que se queda corto y que la medida apenas tendrá efecto en el capital de los bancos, que casi con toda seguridad no van a aumentar la concesión de créditos.
Inmediatamente después del anuncio, las bolsas reaccionaron con euforia y el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, logró ese día un avance del 1,96 %, su tercera mayor subida del año, y cerró la semana a cuarenta puntos de su máximo anual.
También el mercado secundario de deuda se congratuló por los estímulos y el rendimiento interno de la deuda española a largo plazo en el mercado secundario registró el viernes un mínimo histórico del 2,04 %, con lo que la prima de riesgo de España se redujo a 111 puntos básicos, nuevo mínimo anual y nivel que no registraba desde mayo de 2010.
Y aunque con cierta prudencia, los expertos consultados por EFE eran unánimes al asegurar que las medidas del BCE contribuirán a la reactivación de crédito y a estimular la economía.
Sin embargo, "el diablo está en los detalles", como indica en un informe la división británica de JP Morgan, el mayor banco de inversiones del mundo, que aunque reconoce que el programa de compra de bonos mejorará los ratios de capital de los bancos europeos y mejorará la liquidez, cree que hay que esperar al 2 de octubre, fecha prevista para el inicio del programa.
Si el BCE se limita a comprar deuda "senior" y "mezzanine" -préstamos en los que el acreedor se hace con una parte de la propiedad de la compañía si éstas no amortizan la deuda-, sus efectos en los ratios de capital de los bancos serán limitados.
Además, las entidades financieras, recuerda JP Morgan, pueden ver limitados sus recursos por la aplicación de las normas de Basilea III.
El equipo de investigación global de Bank of America Merrill Lynch (BofAML), por su parte, también echa de menos mayor concreción en el ritmo y modalidades de la compra de bonos, y cree que poca de la liquidez que consigan los bancos se destinará a la concesión de créditos.
Según sus cálculos, el medio billón de euros que el BCE va a destinar a este fin en tres años es claramente insuficiente para conseguir que el volumen de bonos garantizados por activos (ABS por sus siglas en inglés) que mantienen los bancos en sus balances se reduzcan en la medida necesaria.
Las compras deberían elevarse a entre 20.000 y 40.000 millones de euros mensuales, frente a los apenas 15.000 millones previstos.
Además, las medidas del BCE no surtirán efecto sin reformas estructurales y una flexibilización fiscal "inteligente", algo que depende de las autoridades europeas y que en el mejor de los casos llevará tiempo poner en marcha.
El BCE, indica BofAML, gana tiempo pero se está quedando sin munición.
Desde la empresa especializada en transacciones de divisas Ebury Partners indican que el organismo es consciente de ello, por lo que antes de fin de año no tendrá más remedio que anunciar un verdadero y más amplio programa de compra de bonos, que es justamente lo que el economista jefe de la gestora Natixis Asset Management, Philippe Waechter, cree que va a ocurrir.