Río de Janeiro, 6 nov (.).- La petrolera estatal brasileña Petrobras (NYSE:PBR) admitió hoy que incumplirá la meta que se propuso realizar de desinversiones por 21.000 millones de dólares en el bienio 2017-2018, debido a una decisión judicial que paralizó las negociaciones para vender activos en el país.
"No alcanzaremos esa meta debido a una decisión judicial que paralizó todas las negociaciones", afirmó el presidente de la mayor empresa de Brasil, Ivan Monteiro, en la rueda de prensa en que la petrolera presentó sus resultados trimestrales.
El ejecutivo aseguró que Petrobras terminará el año con ingresos por ventas de activos de 7.500 millones de dólares, principalmente por las desinversiones hechas en el Golfo de México y en África.
Monteiro, sin embargo, se abstuvo de aclarar a cuánto ascenderá el total de desinversiones en el bienio.
Las otras ventas previstas para este año, como la de la unidad de gasoductos del Nordeste (TAG) y la de algunas de sus refinerías en Brasil, fueron paralizadas por una decisión de la Corte Suprema.
Uno de los magistrados de la Corte, Ricardo Lewandowski, concedió una medida cautelar por la que se establece que las estatales brasileñas sólo pueden vender sus subsidiarias y activos en Brasil tras la respectiva aprobación del Congreso.
La decisión obligó a la empresa a suspender hasta nueva orden las negociaciones para vender el 60 % de su participación en cuatro refinerías en los estados de Bahía, Pernambuco, Río Grande do Sul y Paraná.
El objetivo del ambicioso plan de desinversiones anunciado hace dos años era acometer una reestructuración para reducir el tamaño de la empresa, hacer frente a la grave crisis provocada por el escándalo de corrupción que protagonizó y adecuar la compañía a una entonces coyuntura negativa provocada por la caída de los precios del crudo.
La compañía ya había ejecutado en 2015 y 2016 otro plan de desinversiones por el que obtuvo 13.600 millones de dólares, con la venta entre otros de sus activos en Argentina y en Chile por 1.361 millones de dólares y de la refinería que operaba en Japón, Nansei Sekiyu, por 165 millones de dólares.
Entre las desinversiones que alcanzaron a ser realizadas este año destaca la venta por 1.530 millones de dólares de la participación del 50 % que la petrolera tenía en la filial "Petrobras Oil & Gas", que opera concesiones para explorar y producir petróleo en Nigeria.
Igualmente destacó la fusión de sus operaciones en el Golfo de México, en Estados Unidos (EEUU), con las de la estadounidense Murphy Oil Corporation (NYSE:MUR), que será la controladora de la nueva empresa con un 80 % tras pagarle 1.100 millones de dólares a Petrobras.
"Fueron negociaciones muy importantes que ayudaron a la Petrobras en su proceso de reestructuración", afirmó Monteiro.
El presidente de Petrobras dijo igualmente que las negociaciones para vender la refinería que la compañía tiene en Pasadena (Estados Unidos) están "avanzadas" y que la venta será anunciada así que el acuerdo esté concluido.
Afirmó que la refinería de Pasadena es un activo emblemático del proceso debido a que "una planta de esa capacidad no cabe en la estructura de Petobras".
Dijo igualmente que la venta de su participación en Braskem, la mayor petroquímica de América Latina y que comparte con el grupo Odebrecht, dependerá de las negociaciones de venta que adelanta este último con la holandesa LyondellBasell.
"Cuando Odebrecht anuncie el resultados de esas negociaciones, avisaremos si adheriremos o no al proceso", dijo.