Río de Janeiro, 10 may (.).- La brasileña Petrobras (NYSE:PBR) anunció este lunes que firmó un contrato con la empresa Keppel Shipyard Limited para la construcción de una nueva plataforma marina de producción que se instalará en Búzios, el mayor campo petrolífero en aguas ultra profundas del mundo y el más productivo de Brasil.
Con una capacidad de procesamiento de 180.00 barriles de petróleo diarios y 7,2 millones de metros cúbicos de gas diarios, la entrega de la unidad P-78, que es del tipo FPSO y sería la séptima para este campo de producción, esta prevista para 2024.
Las FPSO son gigantescos navíos-plataformas fundamentales para explotar petróleo en aguas profundas y muy profundas, que pueden ser conectados a pozos submarinos y almacenar provisionalmente su producción hasta trasladarla a navíos cargueros.
Con la nueva unidad la estatal petrolera prevé la interconexión de 13 pozos, de los cuales 6 son productores y 7 inyectores, a través de una infraestructura submarina compuesta por ductos rígidos de producción y de inyección, así como ductos de servicio flexibles.
El plan estratégico de Petrobras prevé la instalación hasta 2030 de doce gigantescas plataformas marinas de explotación de hidrocarburos en Buzios, considerado como uno de los mayores descubrimientos mundiales en términos de reservas petroleras en los últimos años.
La previsión es que la producción en Buzios llegue hasta los dos millones de barriles de petróleo y gas equivalente.
Actualmente hay cuatro plataformas operando en Buzios y son responsables por el 20 % de todo el petróleo producido por Petrobras. Dos plataformas más ya está en construcción y otras dos unidades están en proceso de contratación.
Buzios se ubica a 180 kilómetros del litoral brasileño en una región del océano Atlántico en que la profundidad del mar es de 5.000 metros.
Su área se extiende por 850 kilómetros cuadrados y los 45 pozos perforados hasta el momento han permitido identificar reservas con hasta 480 metros de espesura con petróleo de muy alta calidad.
El campo está ubicado en el presal, el horizonte de exploración que Brasil descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor que puede convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de hidrocarburos.