Teherán, 11 ene (EFE).- Irán ha recibido una partida de gasolina
procedente de Venezuela y espera que una segunda remesa llegue en
los próximos días, anunció hoy el director ejecutivo de la Compañía
Nacional iraní de Petróleo, Seifolah Jashnsaz.
La afirmación de Jashnsaz, a quien cita el diario pro reformista
"Etemad", abre una nueva vía de polémica entre el Gobierno y el
Parlamento, enfrentados por el precio al que el país sudamericano
pretende vender el combustible a Irán.
Durante su última visita a Teherán, el presidente venezolano,
Hugo Chávez, se comprometió a suministrar 20.000 barriles de
gasolina a Irán para contribuir a evitar el posible impacto que unas
posibles sanciones de Estados Unidos en este sector pudieran tener
en la débil economía iraní.
Sin embargo, semanas después, la comisión económica de la Cámara
advirtió que el precio ofrecido por Caracas -800 millones de
dólares- era mayor que la oferta del mercado, y advirtió que la
operación debía ser estudiada antes de ser llevada a cabo.
Además, dejó entrever que la calidad del combustible sudamericano
no era la esperada.
Pero, según Jashnsaz -quien no ofreció otros detalles-, "el
primer cargamento de gasolina ya ha entrado en Irán y el segundo
está en camino".
La noticia parece que ha supuesto una sorpresa para la propia
Asamblea, ya que el presidente de la Comisión de Energía del
Parlamento iraní, Hamidreza Katuzian, asegura desconocer los
supuestos envíos.
"Por lo que nosotros sabemos, no se ha importado gasolina de
Venezuela, pero estudiaremos el asunto y anunciaremos el resultado",
dijo Katuzian, a quien también cita "Etemad".
La publicación añade el testimonio de Emad Husein, otro de los
miembros de la referida comisión parlamentaria, quien insistió en
que "Irán no ha firmado (aún) acuerdo oficial alguno para la
importación de gasolina de Venezuela".
Pese a estar considerado uno de los tres países más ricos del
mundo en reserva de petróleo y gas, Irán debe importar casi un 40
por ciento de la gasolina que consume debido a la precariedad de su
industria de refinado.
Desde hace meses, acumula millones de litros de reserva y trata
de impulsar su industria de procesamiento ante la amenaza del
Congreso estadounidense de imponer sanciones a las compañías que
vendan gasolina a Irán debido a las sospechas que se ciernen sobre
su controvertido programa nuclear. EFE