Panamá, 2 ene (EFE).- El presidente panameño, Ricardo Martinelli, anunció hoy que viajará a España e Italia para exigir a sus gobiernos que pidan a sus empresas que cumplan con el contrato de ampliación del Canal de Panamá, cuyas obras se podrían paralizar este mes, según anunció el consorcio internacional encargado.
"Voy a ir a España e Italia a exigir a estos gobiernos porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostes en una obra de ampliación, que es una obra para la humanidad, que cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora van a venir con el con el cuentito de que están subiendo los precios", declaró Martinelli a las puertas del Parlamento de Panamá.
Sin precisar la fecha de su viaje, Martinelli argumentó que los gobiernos español e italiano tienen una "responsabilidad moral" en el asunto porque dos de las cuatro empresas que integran el consorcio encargado del proyecto de ampliación son de esos países.
"Creo que hay una responsabilidad muy alta del Gobierno español y del italiano porque empresas de esos países" están construyendo las nuevas esclusas para la ampliación de la vía interoceánica, reiteró Martinelli, que hoy ha presidido el inicio de un nuevo período de sesiones ordinarias del Parlamento.
El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lidera Sacyr e integran también la empresa italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA), anunció ayer que en 21 días suspenderá las obras de ampliación si la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no reconoce "sobrecostes" cifrados por el consorcio en 1.625 millones de dólares.
El GUPC se adjudicó el proyecto de ampliación por un valor global de 5.250 millones de dólares (4.245 millones de euros), de los cuales 3.118 millones corresponden al contrato para la construcción del nuevo complejo de esclusas que permitirán duplicar la carga que pasa por la vía interoceánica.
El gobernante panameño, visiblemente molesto, calificó de "gran irresponsabilidad que unas empresas que por otros motivos, por cuestiones financieras, problemas que tienen en otros lugares, vengan a perjudicar al Canal de Panamá".
"No van a venir (las empresas contratistas) con el relajito este de que nos han dejado en este tres y dos a Panamá y a todo el mundo", advirtió el presidente panameño.
Resaltó además que la Junta Directiva de la ACP cuenta "con el apoyo total y pleno" de su Gobierno, y que espera que el proyecto de ampliación "siga en el contexto de lo que se negoció con el Canal" a través del contrato.
"Espero que no (haya una paralización), espero que la obra continúe porque están haciendo muchas inversiones a nivel mundial en barcos y puertos" a raíz de la ampliación del Canal de Panamá, por donde para más del 5 % del comercio mundial, añadió Martinelli.
En una carta de preaviso enviada a la ACP y divulgada ayer, el GUPC explicó que tomó la decisión de anunciar la suspensión de las obras "ante la falta de respuesta por parte de la ACP y del seguimiento de las conversaciones iniciadas" sobre sus reclamaciones económicas.
"El GUPC reitera que no puede continuar una obra en la que se proyecta 1,6 billones de dólares en sobrecostes, que son responsabilidad del empleador, siempre bajo el contrato y las Leyes Panameñas, y a pesar de que GUPC ha remitido diferentes propuesta específicas ACP ha rechazado discutirlas hasta la fecha", agregó el comunicado del consorcio internacional.
La ACP rechazó ayer mismo, de manera "categórica", las "presiones" del GUPC para negociar "fuera del contrato" los reclamos económicos, exigió al consorcio presentar sus peticiones por las vías establecidas legalmente y expresó su esperanza en que finalice el proyecto de ampliación.
En un comunicado, el administrador de la ACP, Jorge Quijano, dijo que legalmente "la intención de suspensión" expresada por el consorcio "no implica una terminación o abandono del proyecto", pero que si eso llegara a suceder, "pondrá en acción los mecanismos del contrato que le permiten completar la obra", sin más precisiones. ACAN-EFE
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