Madrid, 22 feb (.).- El consejero delegado de Repsol (BME:REP), Josu Jon Imaz, ha dicho este jueves que sus decisiones de inversión en España las tomarán sin prisa y ha añadido que poder competir en las mismas condiciones que sus competidores de fuera, no como ocurre ahora con el gravamen extraordinario, será fundamental para la toma de cualquier decisión.
Durante la rueda de prensa de presentación del Plan Estratégico para el periodo 2024-2027, Imaz se ha preguntado si hay alguien que puede "sostener con la mirada alta" que es social que no pague el impuesto aquel que no invierte un euro en España, produce el mismo tipo de tubo que puede hacer Repsol en Tarragona y lo importa por los puertos de Bilbao o Barcelona, como ocurre ahora.
Ha afirmado que el gravamen está discriminando al que invierte en España y crea en empleo industrial en el país, y favoreciendo, por el contrario, al que crea riqueza en otro país y no paga el impuesto.
"¿Ésto es social?, ¿ésto es sentido común?", ha preguntado Imaz, quien, no obstante, ha dicho que en las últimas semanas se están viendo "cosas diferentes".
Ha recordado que, primero, el pasado 30 de noviembre la Comisión Europea (CE) dijo que ese tipo de impuestos extraordinarios no tenían sentido en el actual contexto, pues iban contra la seguridad del suministro y podían perjudicar el fuerte volumen de inversión que necesita el sector energético para su descarbonización.
Imaz también ha subrayado que hace unas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que el gravamen debía reformularse y repensarse porque hay que fomentar la inversión en el sistema energético para hacerlo más renovable.
El consejero delegado de Repsol ha dicho que coincide con esas reflexiones y ha añadido que hay que favorecer y primar al que invierte en España y crea nuevos empleos, en lugar de "hacerle competir con las manos atadas" frente a los que importan sus productos y que llegan a través de los puertos españoles.
En cuanto al futuro del gravamen, que Repsol tiene recurrido, Imaz ha dicho que él no sabe qué va a pasar, si bien ha señalado que la petrolera tiene una batería de proyectos preparados, que son una "apuesta de mucho interés" para España y Repsol, por lo que espera que haya unas condiciones de regulación y fiscales que permitan a la compañía llevar esta inversión adelante, que "sería muy buena para el país".
No obstante, ha advertido de que si la compañía tiene unas "condiciones fiscales diferenciadas" a las de sus competidores de fuera no podrá competir y ha recordado que las inversiones se pueden hacer o no.
Respecto al futuro del gravamen, que el Gobierno se comprometió a modular en función de las inversiones verdes que hicieran las empresas que tienen que abonarlo, ha señalado que prefiere no anticipar cosas que no están en su mano, pero quiere pensar que las reflexiones de la CE y del presidente del Gobierno no van a caer "en saco roto".
En cuanto a las inversiones en España de Repsol, que tiene previsto en el periodo 2024-2027 destinar casi el 60 % de los entre 16.000 y 19.000 millones de euros de inversiones netas totales a la península Ibérica, ha manifestado que no tienen prisa en la toma de decisiones, y que verán cuál es la estabilidad regulatoria y fiscal para tomarlas y lo harán "sin ninguna prisa".
Ha añadido que competir en las mismas condiciones que sus competidores europeos será fundamental para la toma de cualquier decisión.
Al mismo tiempo, ha manifestado que Repsol mantendrá los recursos que tiene presentados contra el gravamen extraordinario a las energéticas, que se comenzó a pagar el año pasado, ya que, además de discriminatorio, no es, bajo el punto de vista de la compañía, legal ni constitucional, y ha señalado que seguirán recurriendo cualquier impuesto que consideren discriminatorio.