Madrid, 3 ago (.).- El Gobierno ha prorrogado hasta el 31 de octubre la garantía de suministro básicos para usuarios vulnerables, una medida que desde su puesta en marcha en marzo de 2020 para amortiguar los efectos de la crisis de la covid ha evitado unos 330.000 cortes de agua, luz o gas.
La garantía de suministros básicos, que prohíbe dejar sin luz, gas o agua a los usuarios por falta de pago, forma parte de las medidas englobadas en el conocido como "escudo social", que el Ejecutivo puso en marzo del año pasado por decreto para hacer frente a los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia.
Según las estimaciones que maneja el Gobierno, entre marzo y diciembre se evitaron unos 25.000 cortes mensuales de suministros básicos y desde ese mes hasta julio, unos 15.000 al mes, en muchos de los casos a los mismos usuarios, por lo que no se puede hablar de 330.000 beneficiados.
Con el fin de garantizar el suministro de agua, electricidad y gas natural, se mantienen las medidas de protección de los consumidores vulnerables, permaneciendo en vigor temporalmente la definición ampliada de "consumidor vulnerable", a los efectos de la percepción del bono social de electricidad y la protección especial frente a la interrupción del suministro.
Así, las comercializadoras no podrán cortar el suministro en los hogares acogidos al bono social (descuento en la factura de la luz que tienen que solicitar los potenciales beneficiarios) donde viva al menos un menor de 16 años, una persona con un nivel de discapacidad del 33 % o superior, o una dependiente de grado 2 o 3.
Las diferentes categorías de consumidor vulnerable y los diferentes porcentajes de bonificación se regulan en función de unos umbrales de renta, aunque en el caso de las familias numerosas (con tres hijos o más) acceden directamente al bono social sea cual sea su renta o los ingresos de la familia.
Las categorías de beneficiarios del bono social son consumidor vulnerable (25 % de descuento), vulnerable severo (40 %) o en riesgo de exclusión social (para los cuales el descuento pueda llegar hasta el total de la factura si son atendidos por los servicios sociales de comunidades autónomas).
Además, hay un bono social térmico, una ayuda directa para que los hogares vulnerables puedan hacer frente a sus gastos de calefacción, agua caliente o cocina con independencia del combustible que utilicen, que se otorga a cualquier beneficiario del bono social eléctrico y cuya cuantía es de un mínimo de 25 euros y un máximo de 130, en función de la zona en que esté la vivienda.