Bilbao, 25 feb (.).- El grupo Tubos Reunidos (MC:TUR) perdió 64,7 millones de euros el año pasado, un resultado un 34 por ciento mejor que los 97,9 millones de pérdidas que tuvo en el año 2020, según la información facilitada hoy a la CNMV y en una nota de prensa.
Los resultados del segundo semestre han sido algo mejores, ya que perdió 19,4 millones en la segunda mitad del año, frente a los 52,2 millones del segundo semestre del 2020.
El EBITDA del 2021 ha sido negativo en 51,4 millones, peor que los 15,2 millones negativos del año anterior.
En cambio, el resultado de explotación del grupo (EBIT) acumulado del ejercicio 2021 ha sido positivo en 12,9 millones, frente a los -137,5 millones del 2020.
La cifra de negocio se ha mantenido: 243 millones frente a los 241,7 del año anterior. La escasa cartera de pedidos del grupo a cierre de 2020, 69,8 millones de euros (39% inferior a la del de cierre de 2019) ha condicionado las ventas de 2021.
Por mercados destaca la bajada de ventas en Oriente Medio y África, por la escasez de proyectos para petróleo y gas, así como en España (-6%).
Por el contrario, el resto de Europa, con un crecimiento del 11% en la facturación, se beneficia de la recuperación de inventarios tras la pandemia por parte de los distribuidores de conducciones y tubería para usos mecánicos e industriales.
La firma espera un año 2022 mejor, ya que ha conseguido que la cartera de pedidos haya ido ascendiendo, hasta cerrar diciembre del 2021 con 93,9 mil toneladas y 177,3 millones de euros, lo que supone 2,5 veces la que tenía el grupo un año antes.
A este incremento de su actividad se une la estabilidad financiera tras la firma en julio pasado del apoyo público temporal, con la concesión a la compañía de un préstamo participativo por importe de 112,8 millones.
Así, a partir de septiembre, el grupo ha contado con recursos financieros suficientes para comenzar la puesta en marcha del plan que incluye inversiones de 60 millones en cinco años, basado en la transición energética y la descarbonización, que permitirá abordar nuevos mercados y sectores de actividad, en especial aquellos más relacionados con las energías limpias y el hidrógeno.
Entre los peligros, los costes de las materias primas, principalmente chatarra y ferroaleaciones, las energías, eléctrica y gas, y los costes de transporte, que están suponiendo un impacto importante en esta fase de reinicio de la actividad industrial, pese a los esfuerzos por trasladar este impacto a los precios de venta.
Por ejemplo, en 2021 el coste energético ha supuesto un gasto excepcional de 16,2 millones de euros. En este ámbito, el grupo ha cerrado un acuerdo para mantener un precio eléctrico fijo para los ejercicios 2022 y 2023.
De cara al futuro, Tubos considera que el arranque de 2022 "permite encarar el ejercicio con moderado optimismo, al contar con una cartera importante y mostrar el mercado signos favorables desde el punto de vista de la demanda"
"Confiamos en que esta demanda se mantenga fuerte a lo largo del año, apoyada en que las economías están siendo estimuladas por los potentísimos programas de apoyo público puestos en marcha por los diferentes Estados para luchar contra la pandemia y, a pesar de la irregular recuperación por geografías, ello ha impulsado las infraestructuras y por tanto la demanda de tubería para usos mecánicos e industriales principalmente".
Por último, ha mostrado su voluntad de realizar esta transición "apoyándose en las personas que componen el equipo Tubos Reunidos, nuestra ventaja competitiva más sostenible".