San José, 1 may (EFE).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, rindió hoy su segundo informe anual en el Gobierno, en el que retrató un país que crece de manera sostenida en materia económica pero al que le amenaza el déficit fiscal, el narcotráfico y la pérdida de confianza ciudadana.
En una exposición que tardó cerca de una hora, la mandataria, que el próximo 8 de mayo cumplirá la mitad de su mandato con una fuerte caída en las encuestas, enumeró los avances de su Administración en una sesión solemne en el Congreso, como es tradición cada 1 de mayo, día en que además se eligió el nuevo directorio legislativo.
Durante el último año el Congreso estuvo dominado por una alianza opositora que arrebató el control al gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) y que, según el oficialismo, no permitió el avance de diversos proyectos contenidos en el plan de Gobierno de Chinchilla.
Sin embargo, este martes fue elegido el nuevo directorio que ejercerá durante los próximos doce meses, el cual es comandado por el minoritario Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), pero en alianza con el PLN, lo que el poder volverá al oficialismo.
Ante los diputados, Chinchilla afirmó que en el último año Costa Rica mantuvo un crecimiento "sostenido" en los principales indicadores económicos y que pese al déficit anual cercano al 5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) no ha "sacrificado" la inversión social y en infraestructura.
Según Chinchilla, el año pasado la economía creció un 4 por ciento, se crearon 90.000 empleos, el turismo aumentó un 5 por ciento y las exportaciones un 12 por ciento, mientras la inflación se mantuvo en el 4,7 por ciento.
La mandataria dijo que cuando cumpla los cuatro años de su periodo presidencial se habrá invertido 6.400 millones de dólares en infraestructuras como carreteras, un nuevo puerto en el Caribe y mejoras aeroportuarias.
Otros logros citados por la presidenta son el presupuesto del 7 por ciento del PIB dedicado a la educación, la cifra más alta en la historia, y en materia de Seguridad hoy hay 14.000 policías en servicio, también un récord para el país.
Pese a este crecimiento, la presidenta advirtió, como lo ha hecho durante sus dos años de Gobierno, el riesgo que supone para el país el déficit fiscal "más alto de América Latina".
En cuanto a su popularidad, la encuesta más reciente de la firma Unimer, publicada la semana pasada, reveló que solo el 17 por ciento de los costarricenses considera buena la labor de Chinchilla, y el 90 por ciento opina que "no controla el Gobierno, que además es visto como corrupto por 6 de cada 10 encuestados.
"Admitámoslo con sinceridad: nuestro Estado no está respondiendo con eficiencia y oportunidad a las expectativas y demandas ciudadanas. Ante esto, la ciudadanía opta por alejarse de nuestros llamados; se aparta de la vida pública y hasta llega a dudar de la democracia y de las intenciones de sus representantes", expresó la presidenta.
Sobre el narcotráfico, la gobernante dijo que las estrategias de combate a nivel internacional "deben ser revisadas", ya que "lejos de resolver el problema, simplemente lo han desplazado de una nación a otra con altísimos costos".
Chinchilla dijo que este es uno de sus "mayores desvelos", pues Centroamérica está siendo "víctima de una geopolítica perversa" al situarse "entre los grandes centros de producción y el mayor mercado consumidor de drogas del mundo".
Dijo que las acciones de su Gobierno en contra del narcotráfico están dirigidas a verlo como "un problema de salud pública que no debe criminalizar el consumo de drogas" y hacia la prevención desde los sistemas educativos. EFE
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