Por Gabriele Pileri y Cristiano Corvino
ROMA, 1 feb (Reuters) - El familiar tintineo de las tasas de cerámica y el ruido de las conversaciones regresó el lunes a las cafeterías de la mayor parte de Italia, debido a la flexibilización de las severas restricciones impuestas por el COVID-19.
Luego de severas restricciones impuestas durante el período de Navidad y Año Nuevo, dos tercios de Italia fueron declarados "zona amarilla", lo que permite que las cafeterías de áreas con menor riesgo atiendan nuevamente a clientes en el mesón y las mesas, en lugar de solo ofrecer productos para llevar en vasos plásticos.
"Nos sentíamos muertos sin cafeterías", comentó Tiziana Baldo, residente de Roma, después de que un barista le sirviera su bebida en un local en el centro de Roma.
"Es hermoso venir aquí y hablar con la gente detrás de la barra; nos hacen sentir vivos cada mañana antes de ir a trabajar", agregó.
Si bien gran parte de Europa permanece bajo estrictas medidas de confinamiento, las cafeterías y restaurantes en algunas partes de Italia pueden volver a atender a sus clientes en las mesas y mesones hasta las 18.00. Después de eso, es para llevar hasta las 22.00, cuando comienza el toque de queda hasta las 5.00 del día siguiente.
"Estoy muy feliz porque al menos se acabará este gran desperdicio de plástico (vasos para llevar)", afirmó el obrero de la construcción Leonardo Angelini después de tomarse su café matutino en un bar.
El Ministerio de Salud flexibilizó las restricciones en 15 de las 20 regiones de Italia, ya que el número de personas infectadas siguió disminuyendo. Cinco regiones siguen siendo zonas rojas y viajar entre regiones de cualquier color sigue prohibido hasta mediados de febrero.
Italia fue uno de los países más afectados durante la primera ola de la pandemia y tiene el segundo mayor número de muertos por COVID-19 de Europa, detrás de Reino Unido. Pero los casos y las muertes han disminuido, con 11.252 nuevos casos el domingo.
"Siempre tenemos esperanzas", dijo Giuseppe Unico, dueño de una cafetería. "Estamos esperando el regreso de los turistas, pero ahora mismo este pensamiento es como una utopía".
(Reporte adicional de Emily Roe y Eleanor Biles; Escrito por Philip Pullella; Editado en Español por Ricardo Figueroa)