Lima, 22 sep (EFE).- Trabajadores de la empresa minera Doe Run
Perú se enfrentaron hoy a la policía al iniciar una huelga
indefinida con el bloqueo de una importante carretera en el centro
del país para exigir al Gobierno peruano que amplíe el plazo para
que la empresa cumpla con un plan ambiental.
En la acción policial realizada en la región central de Junín,
donde se Doe Run opera el Complejo Metalúrgico de la ciudad de La
Oroya, fueron detenidos unos seis manifestantes, entre ellos algunos
dirigentes, informó la Coordinadora Nacional de Radio (CNR).
Según CPN Radio, la cifra de detenidos es de trece.
La policía desalojó con bombas lacrimógenas y disparos al aire a
centenares de mineros y pobladores de La Oroya que obstaculizaban
desde la medianoche un tramo de la Carretera Central, una importante
vía que conecta Lima con la zona central andina y selvática, indicó
CNR.
El malestar de los trabajadores de la minera de capital
estadounidense aumentó después de que el Ejecutivo peruano decidió
el 16 de septiembre pasado extender a veinte meses un plazo para que
Doe Run amplíe su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA),
que vence el próximo mes.
La empresa y los trabajadores exigen que el plazo se dilate a 36
meses.
El Ejecutivo tiene previsto enviar hoy al Congreso este proyecto
de ley, según publicó hoy el diario limeño La República.
Las labores en la minera se encuentra paralizadas desde junio
luego de que los bancos le cortaran un crédito vital para sus
operaciones, en medio de la crisis financiera.
Desde ese mes, los trabajadores de Doe Run reciben el 63 por
ciento de sus sueldos puesto que la empresa paralizó sus
actividades.
La minera opera el Complejo Metalúrgico de La Oroya, en la región
de Junín, desde 1997, y la mina Cobriza, en Huancavelica, desde
1998.
En estos yacimientos donde produce plomo, zinc, cobre, plata y
oro, además de subproductos como el ácido sulfúrico y el indio.
A raíz de la crisis financiera mundial, Doe Run redujo sus
operaciones al mínimo aduciendo que no tenía recursos suficientes,
después de que se le suspendiera un crédito de un conjunto de bancos
extranjeros.
Tras la mediación gubernamental, un grupo de empresas del sector
minero anunció en abril pasado su compromiso de avalar un crédito de
175 millones de dólares para que Doe Run reanudara sus actividades,
a cambio de que ponga todas sus acciones como garantía del
cumplimiento del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental.
Sin embargo, el plan de rescate no llegó a ser ejecutado ante la
solicitud de la empresa de ampliar el plazo del PAMA, mientras que
sus acreedores demandan que la matriz estadounidense capitalice la
deuda de 156 millones de dólares de su filial peruana. EFE