El sector de las criptomonedas ha reaccionado con fuerza ante la votación de un comité del Parlamento Europeo a favor de un paquete de normas para endurecer el conocimiento del cliente y la lucha contra el lavado de dinero para los monederos privados "no alojados".
Las nuevas directrices les exigirían a los proveedores de servicios de criptomonedas -los exchanges más comunes- que verifiquen la identidad de cada persona que esté detrás de un monedero no alojado y que interactúe con ellos, mientras que cualquier transacción superior a 1,000 euros, o USD 1,100, tendría que ser comunicada a las autoridades.
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