En el tercer trimestre de 2022, los investigadores de Kaspersky registraron un crecimiento de más del 230% en las detecciones de programas de criptomineros que extraen criptomonedas sin el consentimiento de la víctima. La cantidad de intentos de ataque (que superó el umbral de 150 mil) es tres veces mayor que en el mismo período de 2021.
Con el inicio del "criptoinvierno 2022", en el que el valor de las criptomonedas ha caído significativamente, el sector se enfrenta a una crisis de liquidez. A pesar de esto, la actividad delictiva dirigida a las criptomonedas no parece estar disminuyendo. Esa es la conclusión del nuevo estudio de Kaspersky: "El estado del criptojacking en 2022".
La minería de criptomonedas es un proceso laborioso y costoso, pero al mismo tiempo muy rentable y esto atrae el interés de los ciberdelincuentes. La minería maliciosa es muy ventajosa, ya que los delincuentes no tienen que pagar el costo del equipo o la electricidad utilizada en el proceso, que son los costos más altos para extraer estas monedas digitales. En cambio, instalan ilegalmente software de minería en las computadoras de las víctimas para usar su procesamiento sin el consentimiento del propietario. Realizar ataques de este tipo no requiere de muchos conocimientos técnicos, basta con programar un minero usando código abierto o comprar un minero online. Una vez que la infección tiene éxito, el operador tendrá ingresos estables hasta que se identifique la estafa y esto podría llevar meses.