La batalla de Telegram con la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos se convirtió en uno de los dramas legales más seguidos de la industria de las criptomonedas en 2019. Esto no sólo porque parecía ser la primera vez que la implacable expansión de los hermanos Durov se tambaleaba, sino también porque el caso judicial podría tener implicaciones duraderas para futuros proyectos del sector fintech en todo el mundo.
Aunque una decisión inicial de la corte pareció haber permitido a Telegram maniobrar en torno a la solicitud de la SEC de proveer los registros bancarios de la compañía, esa decisión ha sido revocada. Sin embargo, Telegram confirmó que cumpliría y emitiría los registros - aunque probablemente en forma redactada - antes del 15 de enero, aunque la fecha límite es a fines de febrero.
El asunto en cuestiónAparte de las repercusiones que el hecho de que Telegram gane su caso legal con la SEC podría tener en la futura aprobación de proyectos relacionados con criptomonedas en los Estados Unidos, la batalla entre los reguladores y Telegram tiene lugar en un contexto de cambios sísmicos en la industria.