BeInCrypto - El informe “Tendencias 2023: ¿en las puertas de una nueva revolución de Internet?” de We Live Secutiry by ESET, expone que uno de los mayores retos para las empresas de ciberseguridad son las criptomonedas y sus constantes hacks que vuelven vulnerable a esa industria, entre otras.
ESET expone que la adopción de criptomonedas, en especial Bitcoin (BTC), por parte de grandes empresas y consumidores retail, profundiza los retos de ciberseguridad, ya que ambos perfiles de usuarios son los más vulnerables a hacks y scams, e incluso existen comunidades que buscan acelerar el robo o filtración de monederos cripto.
ESET expone lo siguiente:
“Los últimos años Internet se ha revolucionado con los criptoactivos y otros que prometen seguir revolucionando el mundo virtual como el de la Web 3.0 o el metaverso. Es la próxima gran plataforma tecnológica que tiene el potencial de convertirse en una industria con un valor de 800 mil millones para el 2024. ¿Pero qué pasará con la seguridad en estos entornos virtuales? Otras innovaciones tecnológicas que un día llegaron para quedarse, como los dispositivos con Internet de las Cosas”.
A finales de 2022, ESET pronosticó un mayor volumen de transacciones cripto y una consolidación del metaverso y los tokens no fungibles (NFT), aunque también crecerán los hacks hacia el ecosistema cripto.
Incluso, admitió que la combinación de nuevas tecnologías complementa el concepto de Web 3.0, el cual estará marcado por la descentralización, gracias al uso de blockchain y las criptomonedas. Sostiene que el concepto “usuario” también adquiere nuevas perpespectivas, ya que puede abarcar desde una persona hasta un colectivo de alguna industria.
Web 3.0, diseñada con pocos estándares de seguridad
Respecto al metaverso, ESET sostuvo que el boom de los tokens no fungibles (NFT) y el metaverso darán lugar a un gran número de hacks y scams, aunque las innovaciones como esas se desarrollaron sin contemplar aspectos como la seguridad y la privacidad.
Meses atrás, ESET alertó sobre los mezcladores de criptomonedas, que no solo son utilizados por personas que buscan el anonimato, sino también por hackers para realizar ataques bajo la modalidad de ransomware como servicio (RaaS).
En este caso, después de un período de tiempo para ofuscar la transacción, el usuario presenta una prueba de una clave válida para la nota del contrato que le permite retirar los fondos. Básicamente, rompe el vínculo entre las direcciones de origen y destino mediante pruebas de conocimiento cero.
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