El dolor de perder suele superar el placer de ganar. En la mente humana, lo positivo y lo negativo no tienen el mismo peso. He ahí los esfuerzos de evitar la incertidumbre gestionando los riesgos. Los pesimistas al pensar siempre en los posibles contratiempos tienden a prepararse mejor que los optimistas. El pesimista extremo no toma riesgos. Por ende, nunca gana. El optimista extremo, por otro lado, no gestiona los riesgos. Entonces, lo que gana en la temporada alcista lo pierde en la temporada bajista. Un optimismo basado en un falso sentido de seguridad es un optimismo iluso. El inversor inteligente requiere la combinación perfecta de optimismo y pesimismo para obtener éxito a largo plazo en los mercados financieros.
El amor por una narrativa/idiosincrasia te puede volver un alcista empernado. Bitcoin se puede convertir en algo más que un código para convertirse en una pasión. Eso es peligroso. Porque las pasiones producen ceguera. Con frecuencia, se pierde la objetividad y caemos en la idealización. De pronto, Bitcoin se convierte en la perfección pura. Entonces, un buen día, nos colocamos luces en los ojos, porque sentimos que hemos encontrado una especie de verdad sagrada que nos ha iluminado. Nos sentimos en el lado correcto de la historia. Y vemos el triunfo de la causa como algo inevitable.
- Perspectiva sobre el precio de Bitcoin: 07/12