Continúan los avances en la creación de un euro digital, y el Banco Central Europeo (BCE) lo ha documentado en un segundo informe del desarrollo que describe las opciones de diseño y distribución aprobadas recientemente por su Consejo de Gobierno. En el informe se examinan cuatro cuestiones cruciales, que se ajustan aproximadamente al calendario que el BCE se ha fijado y que, en principio, culminará con la decisión de pasar de la fase de investigación a la de realización en el tercer trimestre de 2023.
El informe esbozaba las funciones del Eurosistema y de los intermediarios y establecía que los intermediarios supervisados serían responsables de todas las funciones de gestión y de cara al usuario del sistema. Los bancos centrales que integran el Eurosistema verificarían y registrarían las transacciones, corregirían los errores en ese proceso y serían bajistas de la responsabilidad de su exactitud. No obstante, "el euro digital se diseñaría de forma que se redujera al mínimo la participación del Eurosistema en el tratamiento de los datos de los usuarios", afirmaba el informe.
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