Las probabilidades de que los alcistas han construido un caso sobre falsas expectativas se ha incrementado bastante después de leer las últimas minutas de la Reserva Federal de los Estado Unidos (la Fed). Los que piensan que la posibilidad de una recesión está fuera de la mesa, probablemente, están cantando victoria antes de tiempo. Porque el (tan deseado) “aterrizaje suave” no está garantizado. Aún posible. Pero definitivamente no una garantía. El argumento es sencillo. Hemos logrado muchos avances en la lucha contra la inflación. Sin embargo, esta guerra todavía no termina. Nos guste o no, seguramente, tendremos más incrementos de interés por parte de la Fed en las próximas reuniones. Es decir, la expectativa de que tendremos un giro en política monetaria, en este momento, es bastante prematura.
El mercado laboral estadounidense se encuentra demasiado ajustado. Lo que sube los precios gracias a los elevados costos laborales. Esto es particularmente cierto para el sector servicios. Debemos recordar que se trata de un sector muy trabajo dependiente. Entonces, las victorias obtenidas en el campo de la energía y otros rubros se opaca en cierta medida con los reveses del sector servicios.
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