El 2022 ha sido un año terrible para Bitcoin. Errores se han cometido. Y muchas pérdidas hemos tenido. Sin embargo, la gigante Fidelity (firma de inversiones basada en Boston) ha creado más de 200 puestos de trabajo relacionados al mundo cripto durante el último trimestre del año pasado. ¿Por qué?
Sé por experiencia que la comunidad cripto es particularmente sensible a las críticas. Las críticas y autocríticas son rechazadas con furia militante. Lo bueno es bienvenido. Pero lo malo no tanto. Se ha escogido el camino de la idealización. Lo que dificulta considerablemente el análisis objetivo. Esta actitud defensiva en extremo es obviamente señal de inmadurez e inseguridad al estilo de un adolescente sabelotodo.
La prensa del nicho sirve de cómplice para este sesgo, porque la audiencia de hoy solo acepta el contento que se ajusta a sus preconcepciones. Es decir, la gente solo escucha lo que quiere escuchar. Todo lo divergente es rechazado como parte de la conspiración. Vivemos en un mundo de extremos. Bitcoin se idealiza o se sataniza. No hay punto medio.