Esta crisis nos ha puesto a pensar mucho, porque nos presenta un escenario repleto de contradicciones. Por un lado, está la desconexión entre los índices bursátiles y la economía real. Y, por el otro, tenemos los contrastes entre los diferentes sectores. Las big tech están mejor que nunca, pero la pequeña empresa está sufriendo muchísimo. Hay productos que se están vendiendo muy bien, pero hay otros que no tienen demanda. En otras palabras, esta crisis está resultado ser mucho más compleja y paradójica que las anteriores. He ahí la importancia del análisis profundo.
Los bancos, por ejemplo, actores tradicionalmente considerados como cíclicos, se han visto afectados por la crisis. Los estímulos, por supuesto, han aliviado un poco el daño. Claro que estamos hablando del sector en general. Pese a que el sector también cuenta con casos excepcionales. Ahora bien, como norma general, podemos decir que el desempleo, las quiebras, la crisis de salud, y los intereses cercanos a cero han afectado negativamente los ingresos de los grandes bancos (JPMorgan Chase (NYSE:JPM), Bank of America (NYSE:BAC), Citigroup (NYSE:C), Wells Fargo (NYSE:WFC)).
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