Las instituciones de servicios financieros y los bancos se han comprometido cada vez más con Web3 desde 2020. Esto también es cierto dentro de las finanzas descentralizadas (DeFi) institucionales, ya que han surgido varios casos de uso potenciales que podrían desencadenar una nueva ola de innovación dentro de estas organizaciones.
DeFi institucional no se refiere a las crecientes inversiones institucionales en protocolos DeFi y aplicaciones descentralizadas (DApps), sino más bien a las grandes instituciones que utilizan protocolos DeFi para tokenizar activos del mundo real con cumplimiento normativo y controles a nivel institucional para la protección del consumidor. Una pregunta habitual que surge es ¿Qué ventajas ofrece DeFi además de la banca digital?
No hace mucho, la banca era un esfuerzo físico en el que las transacciones se realizaban en papel y las interacciones tenían lugar a través de una red de bancos. La digitalización aumentó la eficiencia automatizando los servicios y reduciendo la carga de las sucursales bancarias. La innovación impulsada por las fintech permitió interacciones fluidas con los clientes con muy pocos puntos de contacto físicos.