Elon Musk compró Twitter (NYSE:TWTR) por 40 mil millones de dólares y luego se fue, dejando a Linda Yaccarino como CEO. ¿Su objetivo? Ganar más dinero con los anuncios y controlar lo que se dice de él y de sus empresas. ¿Su estrategia? Tuitear lo que le da la gana y amenazar a quien le lleve la contraria. ¿Su resultado? Una red social dividida entre sus fans y sus críticos. ¿Su legado? Un multimillonario que se cree un mesías y que busca poder y dinero sin límites. ¿Su huella? Una mezcla de libertad y caos.
Ms Yaccarino viene de NBC Universal, donde se encargaba de la publicidad. Señor Musk dijo que su nueva contratación se centrará en las operaciones diarias mientras él se dedica al desarrollo de productos, con el objetivo de "transformar esta plataforma en X, la app de todo.
El director ejecutivo de Open AI, la empresa detrás del chatbot Chat GPT, pidió una regulación más estricta de la inteligencia artificial generativa, que avanza rápidamente, como por ejemplo obligar a revelar qué imágenes han sido creadas por IA. Sam Altman advirtió a los senadores estadounidenses que "si esta tecnología sale mal, puede salir muy mal", señalando el potencial a corto plazo para su uso en las elecciones de 2024. Algunos senadores se preguntaron si regular la IA ahora no consolidaría el poder entre las empresas que dominan el mercado. ¿Será que quieren usarla para sus propias campañas?